Hace 15 años que trabajamos desde La Alameda por una ciudad sin esclavos ni excluidos. Empezamos por un taller que esclavizaba costureros traficados desde Bolivia. En 2008 nos metimos en el abyecto mundo de la esclavitud sexual con el prostíbulo New Lisa, de Directorio y San Pedrito, donde sometían a menores de edad.
Nuestro compromiso nos llevó hasta la red de narco-prostíbulos que rodeaba al Departamento Central de la Policía Federal. Recibimos atentados por escrachar y denunciar a esta tenebrosa red mafiosa protegida por los azules.
Siguiendo el compromiso militante por los Derechos Humanos y la lucha antimafia, nos topamos con la red prostibularia que organizaron los servicios de inteligencia argentinos reciclados de la última genocida dictadura militar. Fue Lorena Martins, hija de Raúl Martins, un capo mafia de la SIDE, quien nos entregó la foto que recorrería el mundo pero que la prensa local no se animaba a publicar. Es la foto que avergüenza al presidente de la Nación y a su esposa, Maurio Macri y Juliana Awada, en plena luna de miel, abrazados al proxeneta y tratante de mujeres Gabriel Conde en el narco-prostíbulo Mix Sky Lounge de la ciudad de Cancún, en México. Gabriel había heredado Shampoo (prostíbulo emblemático de Recoleta, aún activo) de su padre Luis , vicepresidente de Macri en su primera presidencia en Boca Juniors, luego de ponerle a disposición todo su «aparato» dentro del club. «