“Muy pronto habrá en el mundo más visones que haitianos vacunados contra el COVID-19. Real.” La frase pertenece al biólogo molecular, inmunólogo y biotecnólogo, Ernesto Resnik. Y, tristemente, no falta a la verdad. El gobierno de Finlandia anunció el jueves que vacunará contra el coronavirus a su población de visones. Destinará 500 mil vacunas para cubrirlos con dos dosis. ¿Cuántos vacunados tiene Haití? 42.899. El 0,4% de su población. Lo cual no solo es riesgoso para su gente sino incluso la falta de inmunización puede derivar en el surgimiento de nuevas cepas más potentes y resistentes a las vacunas.
Esta semana, luego de la autorización de la Autoridad Alimentaria finlandesa para el uso temporal de una vacuna contra el covid–19 especial para visones, Finlandia se convirtió en el primer país de la Unión Europea en vacunar animales contra el coronavirus.
En Finlandia hay unas mil granjas peleteras, y aún no detectaron casos de Covid–19 entre visones. De hecho el país figura entre los de menor tasa de contagios humanos de toda la UE. Sin embargo, aducen que debido a la crianza por su piel, los visones están especialmente expuestos a contraer el virus. Y son, por el momento, el único animal identificado como capaz de transmitir el Covid a humano. Dinamarca, el mayor exportador de pieles de visón del mundo, sacrificó a casi 15 millones de ellos luego de detectarse una cepa mutada del coronavirus que empezaba a brotar entre las granjas. Finlandia optó por la prevención, a pesar de que restan miles de millones de personas sin vacunar en todo el mundo.
«Ya hemos preparado cerca de medio millón de dosis, que deberían ser suficientes para vacunar a todos los animales dos veces», declaró a la AFP el director de investigación de la Asociación Finlandesa de Criadores de Pieles (FIFUR), Jussi Peura, que desarrolló la vacuna junto con investigadores de la Universidad de Helsinki.
La pandemia también vino a acentuar desigualdades, batallas geopolíticas y diferentes criterios en las prioridades de los países. Finlandia tiene al 75% de su población humana vacunada con al menos una dosis y el 62% completó sus esquemas. Haití, en cambio, solo el 0,4%. El temor a nuevas cepas (y el techo al que llegaron en personas que se quisieron vacunar) hizo que algunos de los países desarrollados empezaran a donar dosis que tenían en stock. La Argentina, de hecho, recibió donaciones de Estados Unidos, Canadá y España. Especialistas remarcan la urgencia de que todo el mundo, literalmente, esté vacunado para evitar nuevas mutaciones. Sobre todo si se tiene en cuenta que solo el 2,3% de las personas de los países de bajos ingresos recibió al menos una dosis.