Dicen que el verde es color de la esperanza. De ese verde fue que se tiñeron las calles del Congreso y sus alrededores la tarde del miércoles en una nueva convocatoria del 19F, el Día de la Acción Verde. Lágrimas, sonrisas, abrazos. La escena se repite (desde hace dos años) alrededor del Congreso de la Nación, un punto de encuentro de la militancia feminista para reclamar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
“Este año sale”, se repiten las mujeres en las calles y también desde el escenario.
Hace dos años la urgencia por instalar un debate muy profundo y la necesidad de que se trate en el poder legislativo la ley de interrupción voluntaria del embarazo, congregó a un gran pañuelazo. El encuentro fue organizado y convocado por la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito que en ese momento llevaba 13 años de vida y ya había presentado seis veces el proyecto de ley para ser debatido en Diputados y Senadores. Tres semanas después, el entonces presidente de la nación, anunció que iba a alentar el tratamiendo de esta ley en el Congreso. Por eso, el 19 de febrero es la fecha inaugural (o tal vez de nacimiento) de una imparable marea verde que hace dos años tomó las calles y no la abandonó nunca más.
“Este pañuelazo tiene un mismo sentido ante el anuncio de que el poder Ejecutivo va a presentar un proyecto y que hay voluntad política del presidente de lograr una ley que despenalice y legalice el aborto y lo haga accesible para todas las personas que lo soliciten en el servicio público de salud y en las obras sociales. Tiene el sentido de afirmar nuestra presencia apoyando nuestro proyecto de ley que presentamos el año pasado”, expresó Marta Rosenberg, integrante fundadora de la Campaña por el derecho al aborto legal seguro y gratuito.
El proyecto que se presentó durante el año pasado fue el resultado de un trabajo articulado por diferentes comisiones y profesionales. “El proyecto fue elaborado por la comisión redactora pero avalado a través de foros nacional de discusión en todo el país. Incorpora todo lo positivo que puede haber surgido en el debate parlamentario en 2018. Es un proyecto que propone el aborto legal hasta la semana 14 de la gestación a pedido y solicitud de la persona gestante, después de ese plazo siguen vigente las causales que ya están vigentes en el código penal desde hace más de 100 años que son los causales de embarazos por violación o peligro de vida de la persona gestante”, describe Rosenberg. “Tenemos expectativas positivas pero no conocemos el proyecto presidencial, pero esperamos que contemple nuestras demandas”, agrega Marta antes de regresar a una de las tantas carpas ubicadas a lo largo de la avenida Rivadavia.
Son las 17 de la tarde, y el sol ilumina con fuerza el largo corredor feminista donde abunda el merchandising abortero: aros, medias, remeras, anotadores, son algunas de las cosas que se pueden comprar en los alrededores del Congreso. Todo verde.
En la carpa de CTERA se extiende una larga fila de mujeres para recibir un poco de glitter en el rostro. «¿Qué querés hacerte», dice una mujer en la carpa. Desde las 16 y antes incluso de que se armara el gazebo, una mujer se dedica a maquillar. La fila de adolescentes y mujeres no se acorta. «Estoy hace rato pintando, me encanta pero estoy cansada», dice la maquilladora entre risas.