El conflicto por la Secundaria del Futuro que quiere instaurar el gobierno porteño va en ascenso. A las cinco escuelas tomadas se agregó el pedido de legisladores porteños instando al Ministerio de Educación de la Ciudad a que anule la aplicación de esta reforma en las escuelas de nivel medio, por la cual los chicos del último año deberán repartir su tiempo escolar en trabajar para empresas y tareas de emprendedurismo.
El proyecto de resolución Nº 2409, impulsado por la diputada y docente, Laura Marrone (Frente de Izquierda), y acompañado por diversos bloques de la oposición, exige dar marcha atrás con la iniciativa oficial por no respetar el artículo 24 de la Constitución de la Ciudad que establece que la organización del sistema educativo por parte del Poder Ejecutivo debe asegurar la participación de la comunidad y la democratización en la toma de decisiones, dado que se pretende su aplicación en forma inconsulta hacia el conjunto de la comunidad educativa; improvisar la modificación del nivel; devaluar los contenidos del nivel medio al disolver las asignaturas en áreas sin tiempos específicos de tratamiento disciplinar, los estudiantes que salgan de Secundaria del Futuro tendrán menos conocimientos y capacidades para continuar su trayectoria académica en instituciones terciarias y universitarias; desconocer el valor del vínculo pedagógico docente-alumno en la formación de este nivel al reducir las horas de clase al 30%, siendo que el tiempo estipulado por la Ley de Educación 26.206 es de 25 horas de clases semanales y reemplazarlo por la administración de paquetes digitales.
El proyecto de resolución agrega que el formato de Secundaria del Futuro pone en riesgo el trabajo docente, ya que no queda en claro como se reestructurará los cargos docentes ni la forma de designación de los mismos; confunde el uso de la tecnología digital como herramienta y auxilio de la tarea docente con el reemplazo de los mismos por plataformas digitales prediseñadas; ignora la realidad del aula de nuestra escuela secundaria actual pretendiendo su asimilación a meras clases magistrales que desconocen los saberes previos, el uso de nuevas tecnologías, y la variedad de propuestas didácticas posibles; ignora que los edificios escolares no tienen las condiciones de infraestructura para ninguna de las reformas propuestas; instaura un sistema de control institucional de la trayectoria del alumno desde la primaria que resulta estigmatizante y violatorio de los derechos a la privacidad de su persona; y genera una reforma educativa a partir de evaluaciones externas estandarizadas provenientes de organismos internacionales, que desconocen la realidad de nuestras escuelas.
Pero la principal denuncia apunta a la idea del gobierno de que todos los alumnos del último año, tanto del sistema público como del privado, deban trabajar para empresas y además dediquen horas semanales en busca de ser emprendedores. En ese sentido, el proyecto de resolución en la Legislatura alerta la destrucción del 5to año, al reducirlo a una combinación de pasantías laborales y proyectos de emprendedurismo, adaptando la escuela a los requerimientos del mercado y la flexibilización laboral.
Esto ya había sido denunciado por el especialista pedagógico, Pablo Gentili, doctor en Educación por la UBA y secretario ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), en diálogo con Tiempo, cuando este diario dio la primicia del proyecto macrista, semanas atrás: Los gobiernos neoliberales tienen gran facilidad de usar la palabra futuro cuando quieren volver al pasado. La Secundaria del Futuro crea una escuela que reafirma y reproduce las relaciones de clase. El emprendedurismo se usa como eufemismo del sálvese quien pueda. Agregó: Reducen lo educativo a lo laboral. Pero el problema es que acá no se habla de trabajo, porque está bien que la escuela sirva para reflexionar sobre el mundo del trabajo, acá orienta al empleo, que es otra cosa diferente: el empleo es el mercado del trabajo. Y concluyó: Ni siquiera les interesa el grado de implementación efectiva, lo que les interesa es que se imponga una idea meritocrática, productivista, privatizadora y totalmente individualista. En lugar de que la educación sirva para hacer un análisis crítico del mundo y busque cambiarlo, se intenta adaptar la escuela al mundo de hoy, reproducir sus desigualdades.
Otro punto cuestionado de la Secundaria del Futuro que impulsa la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, que comenzará en 2018 con 17 escuelas y luego subirá a 41 por año, es el de eliminar la evaluación por asignatura, para transformarlo en un paquete de créditos por áreas. Las 15 asignaturas se licuarán en cuatro áreas: Ciencias Sociales; Ciencias Exactas y Experimentales; Comunicación y Expresión; y Orientaciones / Especialidades. Con este sistema, los profesores «introducen los temas» y el alumno «autorregula su aprendizaje, de manera autónoma y colaborativa». Ahí el docente pasará a ser «orientador».
Este diario supo que hay colegios donde se presentaron organizaciones a ofrecer cursos de emprendedurismo. Una es la Fundación Eidos, relacionada a Microsoft, que posee la Academia A(em)prender y cuyo lema es construimos cambio. Su fundador y director ejecutivo desde 2008, Alejandro Batto, viene de ser Coordinador Nacional en el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación entre diciembre de 2015 y abril de 2016. De julio a noviembre de 2015 fue asesor en el Ministerio de Educación porteño.
También podés leer:
El gobierno porteño plantea que los estudiantes de 5º deben repartir su tiempo escolar en empresas y organizaciones. https://t.co/4NxRukQ6sQ pic.twitter.com/B26FMPttzR
Tiempo Argentino (@tiempoarg) 26 de agosto de 2017