“¿En serio hay quienes quieren fumigar encima de chicas y chicos que van a la escuela?”, podría preguntarse algún desprevenido que está muy alejado de las zonas rurales. “Si”, responden vecinos y vecinas de Exaltación de la Cruz que desde hace años vienen luchando para evitar que fumiguen cosechas cercanas a establecimientos educativos. En las últimas horas la Cámara de Apelación en lo Contencioso Administrativo de San Nicolás, ratificó la vigencia de una cautelar que prohíbe la fumigación con plaguicidas y fertilizantes químicos a menos de mil metros de viviendas, escuelas, cursos de agua y zonas de protección ambiental en el partido bonaerense de Exaltación de la Cruz. La reafirmación de ésta cautelar no solo le da la razón a miles de vecinas y vecinos que están a favor de la vida, sino que la justicia le da la espalda a la Sociedad Rural que había apelado la cautelar para darle continuidad a las fumigaciones.
En 2019, vecinos y vecinas de Exaltación de la Cruz tras la fumigación directa sobre una escuela técnica de Parada de Robles, lograron que se dicte una ordenanza que prohibía la fumigación aérea. En junio de ese año se reglamentó la ordenanza 101/12 que estableció 150 metros de exclusión de fumigación terrestre en relación a viviendas y 300 metros de exclusión en relación a escuelas. En septiembre, tras la denuncia de una vecina ante la justicia, logró una medida cautelar que amplió esa protección a mil metros para todo el partido.
“Esa cautelar ha sido sistemáticamente atacada tanto por autoridades locales como por la Sociedad Rural de Exaltación de la Cruz, en varias oportunidades intentaron voltearla. Con esta cautelar lo que logramos es evitar que llegue de manera directa el veneno cuando te pulverizan al lado”, señala en diálogo con Tiempo Anabel Pomar, integrante de la organización Exaltación Salud, un grupo de vecinas y vecinos que trabajan para la erradicación total de los agrotóxicos en el municipio.
El 27 de diciembre del año pasado, la justicia local volvió a ratificar la cautelar que prohibía la fumigación a menos de mil metros de escuelas y viviendas, y la Sociedad Rural volvió a apelar la medida. “Sin dudas este nuevo fallo de la Cámara de Apelaciones nos da la razón a nosotros y le da la espalda a la Sociedad Rural porque además, le ordenó a este organismo a que se haga cargo de las costas legales. Por otro lado, con este fallo, la justicia reconoció los efectos negativos para la salud que se producen al liberar agrotóxicos en el ambiente”, agrega la integrante de Exaltación Salud.
Quienes habitan en el municipio exigen que las autoridades locales legislen en el Concejo Deliberante, leyes para proteger la salud y el ambiente en todo el municipio. “En el mismo sentido la justicia exhortó a las autoridades políticas para que legislen a la altura de lo que significa la amenaza de los agrotóxicos”, suma Pomar y agrega: “Consideramos que estos mil metros son insuficientes y también sabemos que no es suficiente tener esta cautelar porque los productores suelen violarla y hay que recordarles a todos los productores que violar una cautelar es un delito. Así que desde nuestro colectivo vamos a seguir atentos y atentas para que se cumpla con esa cautelar”.
Tiempo se contactó con el abogado del colectivo de vecinos, Fabián Maggi, que manifestó su contento con la ratificación judicial y afirmó que para “este caso particular, en relación a la cautelar y mientras no cambien las circunstancias, la Sociedad Rural no puede volver a pedir el cese de la medida».
Vecinos y vecinas enfermos por las fumigaciones
El colectivo de vecinos “Exaltación Salud” se gestó en 2012 en el marco de la lucha que comenzaron dos habitantes del municipio para generar conciencia sobre los efectos de los agrotóxicos en la salud, tanto ambiental como humana. En los últimos años, comprobaron la presencia de agrotóxicos en agua de red y pozo, suelo y en personas que viven en el municipio. En Capilla, en los barrios Esperanza y San José, un relevamiento de salud vecinal arrojó datos estremecedores: en una de cada tres casas había uno o más integrantes enfermos, y pudieron identificar alrededor de 50 casos de cáncer en 30 manzanas. “Estas enfermedades están asociadas al uso de los plaguicidas altamente peligrosos. En 280 casas, uno o más integrantes del núcleo familiar tenía alguna enfermedad”, explica Pomar y termina: “todas la dilaciones de las prohibiciones de los agrotóxicos lo que hacen es esto, que estemos obligados y obligadas a seguir relevando las afectaciones, y en este caso no estamos hablando de estadísticas hablamos de vecinas y de vecinos”.