La discusión ambiental atraviesa las diferentes regiones y los colores políticos del país. En Mar del Plata, el anuncio oficial de la exploración off shore colocó a su intendente, el macrista Guillermo Montenegro, del lado de las organizaciones ambientales, y hoy tuvieron una noticia a favor: El titular del Juzgado Federal 2, Santiago Martín, que había unificado todas las presentaciones realizadas en contra de la iniciativa, resolvió hacer lugar al pedido de una medida cuatelar y frenó las tareas de exploración de la empresa Equinor sobre el mar, hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo.
Según lo manifiesta en la resolución, hubo tres puntos centrales que motivaron su resolución: el cumplimiento “defectuoso” de los estándares sobre información y participación que se desprenden de la legislación vigente y del Acuerdo de Escazú (Ley 27.566); la falta de una instancia de consulta al Municipio de General Pueyrredón en el proceso de toma de decisión; y las falencias del Estudio de Impacto Ambiental derivadas de la “insuficiente” proyección sobre los impactos acumulativos de las exploraciones a realizarse sobre el Mar Argentino.
A partir de eso, sostuvo que las autoridades competentes «no habrían cumplido con el estándar de ‘máxima publicidad’, que las obliga “en la medida de los recursos disponibles, a poner a disposición del público y difundir la información ambiental relevante para sus funciones de manera sistemática, proactiva, oportuna, regular, accesible y comprensible».
Agregó que no se vislumbraron acciones «proactivas» para que la población en general tome conocimiento del proyecto de exploración hidrocarburífera en el Mar Argentino, y «concretamente en las costas adyacentes a Mar del Plata».
Además, el magistrado reconoció el «interés reforzado» del municipio en la suerte del proyecto, «atento las consecuencias que podrían derivar hacia la industria de la pesca y del turismo de Mar del Plata los eventuales impactos ambientales derivados de la exploración y posible explotación hidrocarburífera en la zona».
“Tampoco surge de los elementos obrantes en el expediente las razones que llevaron a las autoridades ambientales a omitir la realización de una Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) (Res. 434/2019 de la Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable), que sería el instrumento adecuado para abordar el análisis de los impactos acumulativos de la exploración sísmica en las distintas áreas del Mar Argentino sujetas a concesión”, mencionó el juez Martín, y se mostró en sintonía con el intendente del Pro: «Cabe señalar que esta intervención ‘institucional’ del Municipio no se vería satisfecha con la instancia de la audiencia pública, la que tiene por objeto promover un ámbito de participación ‘ciudadana’. Aquí se trata, vale aclararlo, de la participación del municipio en tanto ‘sujeto político de existencia necesaria’, como lo ha calificado la Corte Suprema de Justicia (Fallos 342:509), que posee un rol en la dinámica federal que no puede ser desatendido».
El ruido de Montenegro y la Dubai del Sindicato de Pescadores
Tras el encuentro que mantuvo con intendentes del Pro de la Provincia, Montenegro se mostró contento con el fallo: “Si los marplatenses no sabemos qué se va a hacer en detalle ni cómo va a afectar, no solamente la matriz productiva, sino también la calidad de vida de los vecinos, estamos en contra; ese fue el motivo de la presentación judicial del amparo”. Y completó: “Me pone muy contento, no desde el lugar de intendente, sino como marplatense. (El proyecto) era algo que nos hacía ruido, que no nos gustaba”.
Desde el Sindicato Marítimo de Pescadores (Simape) defendieron la prospección sísmica a 300 kilómetros de la costa de Mar del Plata y aseguraron que si la búsqueda permite encontrar petróleo entonces la ciudad se convertiría en la «Dubai» del Atlántico: “Se vería beneficiada Mar del Plata y de ahí, todo. El puerto y la pesca seguiría trabajando, los barcos se mueven con petróleo no, a vela; habría más trabajo; se necesitan tripulantes para trabajar en las plataformas, operarios para los barcos que llevan insumos a las plataformas que estarían a 400 kilómetros. Logística de todo el sector portuario, trabajo a astilleros navales».
La iniciativa había sido defendida por el gobierno nacional y provincial, y por el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas, que el mes pasado publicó a través de un comunicado: «Decir que las operaciones se harán en las costas bonaerenses es relativo y hasta tendencioso. El punto más cercano a Mar del Plata, de hecho, son 307 kilómetros, tan lejos de la localidad balnearia como Brandsen, por ejemplo. Nadie en Mar del Plata verá plataformas ni petróleo».
Citaron otros antecedentes de «éxito» en el mundo, como Canadá, Australia, Holanda y Noruega: «En Noruega, por ejemplo, la actividad convive con la pesca el turismo y la vida marina desde los años 60». Pidieron a los marplatenses que no se dejen asustar «con imágenes tremendistas y consignas chatarra. Los permisos para explorar el Mar Argentino son una muy buena noticia. Tenemos que conocer nuestros recursos, si queremos defenderlos y aprovecharlos».
Y concluyeron: «Hablar de bombardeos acústicos, del fin de la vida en el Mar Argentino y de ‘ciento por ciento de posibilidades de derrames’ es pseudociencia, y solo demuestra el escaso nivel técnico científico y la irresponsabilidad de quienes difunden este tipo de información».