Días de vendimia y lobby político y económico en Mendoza. Y este 2023, al problema de la sequía, la «competitividad cambiaria», la inversión en infraestructura o los desafíos de cómo seguir ampliando el enoturismo, se le suma una batalla casi personal de la industria vitivinícola: el proyecto de ley de Alcohol Cero.
La iniciativa iba encaminada a aprobarse en el Congreso, pero estuvo entre el conjunto de proyectos frenados por Juntos por el Cambio en medio de las disputas por el Juicio Político a la Corte.
En ese contexto, el que salió a hablar fue José Zuccardi, presidente saliente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), aprovechando su última intervención en el tradicional desayuno vendimial. Allí, el bodeguero mendocino aseguró que a las inclemencias meteorológicas y los desequilibrios económicos, se suma el «absurdo» de una ley de alcohol cero al volante que ya tiene media sanción en Diputados.
«Argentina puede ser el primer país vitivinícola de relevancia con tolerancia cero, un completo absurdo», manifestó sobre el proyecto impulsado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, dijo que «la ley que se pretende sacar en el Senado de la Nación es demagógica» y se trata «una ley de seguridad vial de un sólo artículo» que no va a solucionar el problema de los accidentes.
En ese sentido, dijo que está comprobado que «no hay accidentes de tránsito con conductores con menos de 0.5» de tolerancia.
El titular saliente de la Coviar indicó que se está legislando en contra de quienes no provocan los accidentes y reiteró que el sector está a favor de discutir una ley de seguridad vial enfocada en la educación.
Calificó el proyecto de Tolerancia Cero como una «aberración técnica y legal» y dijo que espera que no sea aprobado.
Igualmente, dijo que en el caso que salga y se convierte en Ley, pidió que las provincias -especialmente las vitivinícolas- no adhieran a la normativa, algo que Mendoza ya anticipó que hará.
«En el país del lobby, que la voluntad libre y honesta de los Senadores se imponga», contestó Pablo Martínez Carignano. «Me junté con Zuccardi tres veces. Siempre fue muy amable. Pero como no me pudo convencer de bajar la ley, pasé a ser persona no grata», contó.
«El pueblo de Mendoza quiere esta ley por inmensa mayoría, incluso quienes trabajan la tierra y producen las vides», continuó el titular de la ANSV. Su afirmación hace referencia a un relevamiento de la Universidad del Aconcagua de noviembre pasado, que refleja que el 75% de los mendocinos y mendocinas «está a favor de la ley de Alcohol Cero al volante».
Carignano completó: «Como pasó en Uruguay, Paraguay y Brasil, esta ley salvará vidas, que es lo que todos queremos».
Educación y controles
Desde el sector vitivinícola sostienen que el problema actual no es el límite, sino que se cumpla y se sancione rigurosamente a quienes manejan con más de 0,5 g en sangre. Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano, afirmó que Argentina realiza anualmente controles que equivalen al 0,7% de la población, mientras que en Europa el promedio es del 20%. Y consideró que con la nueva ley se necesitaría tener una mayor cantidad de alcoholímetros, personal capacitado para utilizarlos y calibrar los equipos cada seis meses.
Actualmente, las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Salta, Tucumán, Entre Ríos, Jujuy, Río Negro y Santa Cruz, y ciudades como Mar del Plata, Santa Fe, Rosario, Posadas, Moreno, Tigre y Ezeiza, ya tienen normativa de alcohol cero en sus territorios.
Sobre la afirmación «pequeñas cantidades de alcohol no hacen nada», Carignano enfatizó que es «algo viejo y ha quedado perimido. La OMS dice que con la primera copa de alcohol ya empieza la afectación a nuestra capacidad y que con una graduación entre 0,1 y 0,5 es tres veces más alto el riesgo de provocar un siniestro vial que un conductor sobrio».
Desde la asociación Madres del Dolor, Viviam Perrone, también integrante del Observatorio de Víctimas de la Cámara de Diputados, remarcó que «no solamente es alcohol cero sino que se necesita educación vial y controles. No sirve de nada esta ley si no hay controles después».