El 12 de enero de 2010 un terremoto de 7,3 grados de magnitud quebró la tierra de Haití, más de 220 mil personas murieron y otras 300 mil quedaron heridas. Tiempo después, con ese horizonte devastado y en medio de una crisis política y social acuciante, Jean Rosier Bonaparte decidió dejar su patria para encontrar una oportunidad en Argentina.
Cuando llegó, hace más de 10 años, no tenía familiares o amigos en este país y sin embargo, inició un camino en la educación pública que lo llevó a egresar de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) como Licenciado en Relaciones Internacionales hace tan solo un mes. Así lo expresa con orgullo: “con mi título en mano, como lo pueden ver, soy el primer haitiano y el primer negro licenciado en la escuela”. Tiempo conversó con Jean para conocer más sobre su historia y lo que esta licenciatura en una institución educativa pública significa tanto para él como para todas las personas migrantes que quieren estudiar una carrera universitaria en el país.
De Medicina a Relaciones Exteriores
La primera carrera que Jean eligió no fue la Licenciatura en Relaciones Exteriores sino Medicina. “Es una carrera que requiere mucha dedicación, no podía seguir estudiando y por complicaciones laborales tuve que dejarla”, cuenta Jean. No obstante, ese tropiezo no lo desanimó.
“A mí siempre me interesaron los temas internacionales, la política internacional y la diplomacia pero no podía estudiar esa carrera porque en Argentina no había universidad pública que la ofreciera, eso pensaba hasta que un conocido me dijo que esta carrera se había abierto en la Unsam”, asegura.
El paso de Jean por Relaciones Exteriores lo llevó a encontrarse con un panorama nuevo y fértil para su futuro profesional. “Los profesores son destacados, doctores de distintas universidades tanto en Argentina como en otros países europeos y en Estados Unidos, además me gustó el programa así que me anoté y gracias a Dios, con acompañamiento de los profesores, dedicación y esfuerzo pude lograr mi objetivo”, dice.
Y destaca el valor humano tanto de los docentes como de sus compañeros. Y agrega, con una sonrisa: “estoy muy agradecido con la Argentina, es un país acogedor, que te permite estudiar y lograr cosas que no podría hacer en mi propio país, yo me siento un argentino más”.
Una tesis descolonial
La carrera tiene una duración de cuatro años de cursada más una tesis que, según cuenta, le llevó un cuatrimestre más. Su tutora de tesis fue la directora de la carrera, Mariela Cuadro. “La hice sobre las reparaciones históricas del colonialismo en Haití, es una mirada desde las relaciones internacionales, si bien es un tema que tiene un aspecto internacional y muchos académicos lo estudian en el marco del Derecho Internacional, me interesa mucho por mi propio origen y además estuvo en la agenda de varios medios como el Washington Post”, resalta.
Jean afirma que los países occidentales que se enriquecieron con la esclavitud y el colonialismo “hoy en día tienen el discurso de doble moral, ellos no repararon a las víctimas del colonialismo en su momento”. Con ese trabajo, que es un aporte intelectual con una mirada descolonial, Jean obtuvo el título de licenciatura que se encuentra publicado en el repositorio de la universidad.
En la actualidad y desde hace dos años, Jean se encuentra trabajando en una de las principales empresas multinacionales de software y, a partir de su licenciatura, comenzará una Maestría en Derechos Humanos y Democracia, para la cual fue becado por la Unsam y la Unión Europea.
Las personas migrantes pueden llegar a la universidad
Su familia se emocionó mucho, cuenta Jean, con el video que publicó la Unsam de su recibida pero no pudieron venir a verlo. La situación política y económica en Haití es complicada y quizás por eso su recibida abre un abanico de posibilidades para otros que llegaron a la Argentina como él. “Mi título impacta no solamente en mi vida sino también en las personas migrantes en Argentina, normalmente la persona que migra lo hace por necesidad económica, humanitaria o por violaciones de derechos humanos”, asevera Jean.
Cuando se llega a un país que no es el propio “cuesta integrarse porque es un proceso bastante complejo y cuando uno ve que una persona migrante puede lograr cosas entonces eso te alienta, te da esperanza”, afirma.
La cursada no estuvo exenta de obstáculos. Entre ellos, Jean dice que “el idioma, el habla hispana te puede costar, pero después con dedicación y esfuerzo se puede aprender”. Pero también la adaptación a una nueva realidad. “Insertarse en la sociedad, no solamente la universidad, es difícil pero no hay que tener miedo de integrarse, de intentarlo, son dificultades que uno puede encontrar día a día pero no son difíciles de saltar”, apunta.
Políticos con formación latinoamericana
Cuando Tiempo le pregunta a Jean qué sueño le gustaría cumplir con su profesión, hay un silencio breve y dice: “adquirí bastante conocimiento en Argentina como para ayudar a mi país y creo que es el objetivo principal”. Y agrega: “los políticos de mi país se formaron en universidades occidentales de Europa, de Estados Unidos y sin embargo pienso que es momento de una nueva de generación de políticos con formación latinoamericana porque tenemos otra perspectiva que la europea”.
Jean destaca, una vez más, la huella que la educación publica deja en cada estudiante: “En Argentina la educación es universal, cualquier persona sin importar su origen, raza o etnia puede aspirar a grandes cosas y yo pude aprovechar ese beneficio y estoy muy agradecido”.