«Estoy muerta en vida. Me sacaron el corazón. Me sacaron todo, pero el corazón de mi hijo va a estar latiendo en algún lugar del mundo. Es un acto de amor muy grande. Alguien va usar sus pulmones, sus órganos le van a servir a alguien», dijo Cintia López, madre de Lucas González, al contar su decisión de donar los órganos del adolescente de 17 años que murió tras ser baleado por policías de la Ciudad en Barracas.
«Jamás pensé en estar pasando por ésta situación. Yo quería verlo triunfar. Era lo único que quería para él. No quiero que esto quede en la nada, quiero prisión perpetua para los policías», resaltó en declaraciones a la agencia estatal Télam. La familia pretende despedir a Lucas con un velatorio a partir de la tarde de este viernes en una cochería de la zona de El Cruce, de Varela. Antes deberá concretarse la autopsia.
En tanto, se espera que el juez de Menores 4 a cargo de la causa, Alejandro Cilleruelo, resuelva si llama a declarar a los tres policías de la Brigada de la comisaría 4D que actuaron con ropas de civil y sin identificación: el inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nievas, quienes ya fueron separados de sus funciones operativas y sometidos a un sumario interno, según fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño.