El 20 de noviembre se conmemora Día Nacional de la Conciencia Negra con el fin de crear concientización sobre la relevancia que ha tenido la cultura del pueblo africano en la cultura de los Países latinoamericanos. Se escogió esta fecha en honor al fallecimiento de Zumbi dos Palmares, quien fue un líder de la resistencia de los esclavos negros del nordeste de Brasil. En este marco, el colectivo “Afrodescendientes autoconvocados” realiza este viernes por la tarde una jornada cultural en Plaza de Mayo con danzas festivas, entre las que se destacan el Ballet Afroperuano y la tradicional llamada de candombe para decir: “No al Racismo, Sí a la Igualdad”.
“Proponemos que el Estado reconozca a los Afrodescendientes como uno de los pueblos preexistentes a la nación, ya que su presencia es tan antigua como la de los europeos. Salimos a manifestarnos y decir que nosotros estamos presentes, reivindicando los derechos Afros, su cultura, pero advertimos y ponemos en agenda la situación que sufre la comunidad negra, seguimos en situación de pobreza, no tenemos acceso a hospitales, ni a una obra social”, manifestó Gustavo Fernández Madruga, referente de Afrodescendientes autoconvocados, y agregó: “La repuesta del Estado ante los reclamos de las comunidades Afros en Argentina son solo promesas. Necesitamos herramientas concretas”.
El colectivo Afrodescendientes autoconvocados se define como un movimiento de conciencia hermanado en la lucha contra el racismo en Latinoamérica y el mundo. “Empezamos a manifestarnos tras lo sucedido con George Floyd, quien murió en un caso de abuso policial, lo mismo ocurre en Argentina. La violencia por parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires hacia vendedores ambulantes senegaleses es recurriste, contantemente son golpeados, van presos sin justificación, solo por andar en la vía pública en busca del bienestar para sus familias. Entonces desde nuestro lugar salimos a decir: “NO al racismo Si a la igualdad”, explica.
Las organizaciones que nuclean a los africanos y afrodescendientes estiman que en Argentina viven alrededor de 2 millones de personas de ese origen, aunque en el último censo de 2010 apenas 149.493 se reconocen afrodescendientes. Provienen de tres grandes migraciones, primero como esclavos desde fines del siglo XVIII, luego como parte del proceso de descolonización africano y, desde los 90’s, comenzaron las nuevas migraciones desde países como Senegal, Mali, Mauritania, Liberia y Sierra Leona.
Gustavo Fernández Madruga es de ascendencia afrouruguaya. Llegó a la Argentina en 1985, cuando era muy pequeño, junto a sus padres en busca de una vida mejor. Pero el hecho de arraigar sus costumbres y cultura en otro país no le es fácil.
“Desde que tengo noción vengo luchando por los derechos Afros, desde niño con ocho años, y tratando de reivindicarme en la educación de este país, yo era el único negro en la escuela, imagínate qué lucha tuve que llevar adelante”, cuenta y agrega: “Venimos de familias tradicionales del candombe desde hace 40 años. Hoy se ve de tal manera y tiene tanta visibilidad, pero en la época que vinieron mis padres iban presos y eran reprimidos por solamente manifestar su cultura”.
La cultura afro está presente en nuestro día a día: en la religión, la comida, la cultura, el habla y en nuestra música más tradicional. “La Milonga son danzas que surgen de toda la mezcla de negros, criollos y aborígenes, pero no existe un reconocimiento. Se le da el lado eurocentrista y la importancia de las raíces negras en el aporte a la cultura nacional es negada. Nuestra tarea es reivindicar a músicos como Gambino Ezeiza, (Afro-porteño nacido en San Telmo, antiguo barrio de esclavos), fue uno de los más famosos payadores, quien hizo un gran aporte al tango argentino”, destacó.