El Frente de Todos presentó un proyecto para cobrar impuestos a las viviendas ociosas en la Ciudad y con lo recaudado mejorar la situación habitacional del distrito. El gravamen será del 20% de la base imponible y se irá incrementando a razón de un 5% por cada año adicional que la vivienda permanezca vacía.
La iniciativa busca que los fondos sean administrados por el Instituto del la Vivienda (IVC) y el Banco Ciudad y se utilicen para construir viviendas sociales.
El proyecto es del legislador Porteño Javier Andrade y según explicaron desde el bloque, “busca promover el alquiler de inmuebles con destino familiar y permanente que no se ofrecen para la venta y para ello propone un régimen de contribución especial” para las viviendas que permanezcan vacías más de seis meses.
“Cuando hablamos de alquileres, estamos hablando de acceso a la vivienda, la voracidad inmobiliaria produjo un aumento de edificios vacíos, sin pérdidas ya que están pensadas como reserva de valor”, explicó Andrade a Tiempo. El legislador del Frente de Todos agregó que “el avance de la construcción de viviendas suntuosas consolidada con la reforma del código urbanístico y el código de edificación, imposibilitan el acceso de los porteños a la vivienda propia”.
Como explicó Tiempo, el año pasado faltaban 3,5 millones de viviendas en la Argentina. Según la encuesta anual de hogares de la Ciudad de octubre de 2019, hay casi 365 mil hogares con necesidades habitacionales, un número llamativo para el distrito más rico del país.
El 60% de los trabajadores de la Ciudad tiene ingresos menores a 25 mil pesos por grupo familiar eso implica que deben trabajar 15 días del mes únicamente para pagar los alquileres. Este modelo de acceso a la vivienda genera desigualdad, explican desde Inquilinos Agrupados, que aportó sus ideas para la redacción del proyecto.
A pesar de que en los últimos años el gobierno porteño aprobó algunas leyes en favor de los inquilinos, como que las comisiones sean pagadas por los dueños, la situación es complicada.
En1999 Francia decidió cobrarle un impuesto extra a aquellas viviendas que llevan vacías más de dos años. La tasa es progresiva y parte de un 10% del valor del impuesto para el primer año vacante y se eleva hasta el 15% después de dos años. En ciudades como Berlín, el estado decidió congelar los precios de los alquileres por tres años.