El viernes se cumplirá el primer año de una de las mayores tragedias de la educación pública en los últimos tiempos. Desde el 2 de agosto de 2018, cuando explotó la Escuela 49, de Moreno, por una pérdida de gas, los nombres de Sandra (Calamano, la vicedirectora) y Rubén (Rodríguez, auxiliar) se convirtieron en un símbolo de una comunidad educativa estigmatizada y perseguida, que reclama por la desidia de un gobierno que llevó adelante una profunda desinversión en infraestructura.
Si bien el Ejecutivo bonaerense tenía intervenido el Consejo Escolar al momento del siniestro, buscó mostrarse ajeno al hecho y sus consecuencias, y anunció un supuesto megaplan de obras en el partido. En la práctica, aún hay 54 establecimientos sin gas en Moreno: seis jardines, 36 primarias, ocho secundarias y cuatro especiales y superiores. Sólo en mayo se registraron dos escapes de gas en escuelas: uno en la Secundaria N° 27, en cuya dirección explotó un calefón, y el otro en la Primaria N° 38. Allí debieron evacuar de emergencia a más 250 chicos.
Silenciada por los grandes medios que protegen a la gobernadora María Eugenia Vidal, la causa judicial avanza lentamente y con responsables en la línea más inmediata de la toma de decisiones. En diálogo con Tiempo, Diego (hermano de Rubén) y Alejandra (hermana de Sandra) reclaman que sólo se apunta al gasista, al interventor del Consejo Escolar y a otros tres integrantes de ese cuerpo, y lamentan que en 12 meses no recibieron ningún llamado del gobierno de la Provincia.
–¿Cómo está hoy la causa?
Diego Rodríguez: –Hasta ahora no hay nada en concreto, nadie detenido. Del otro lado tampoco aparece nadie, parecería que quieren tapar todo. Nassif (Sebastián, el interventor del Consejo Escolar de Moreno en ese momento por decisión de Vidal) está libre. Incluso el gasista (Cristian Ricobene) está en libertad bajo fianza. A un año, no hay ningún detenido.
Alejandra Calamano: –Para Ricobene pidieron cinco años, por homicidio y defraudación al Estado. Para los demás, de dos a cuatro años en suspenso, por incumplimiento de los deberes de funcionario público, e inhabilitación para ejercer cargos. Cuando hablé con la fiscal, María Gabriela Urrutia, le dije que me parecía muy poco, pero me respondió que esas son las normas por las cuales ellos se rigen. La causa se elevó a juicio a fines de mayo, pero todavía estamos esperando que fijen una fecha. Finalmente fueron cinco los imputados, a pesar de que después se descubrió que había muchas irregularidades. Ricobene no era el único contratado con matrícula vencida. Se contrataba gente que tenía matrícula con Categoría 1, que es para casas de familia, y se las mandaba a que hicieran trabajos de Categoría 3, que es para instituciones, que manejan obras con mucha mayor cantidad de gas.
–¿En todo este tiempo se comunicó alguien de la Provincia con ustedes?
AC: –En ningún momento. Ningún funcionario. Todo lo que sabemos de ellos es la carta que la gobernadora publicó en su cuenta de Twitter dos días después.
DR: –No, nadie se comunicó con nosotros. No les importa realmente, no les interesa. Vidal vino hace un tiempo a inaugurar un espacio de género y se tuvo que ir rápido, acá la gente no la quiere. Además, acá hay una persecución contra todos los compañeros docentes que hicieron mucho para que se mejore la situación de las escuelas. Mandaron a presionar a todos los inspectores para que estos presionen a los directivos, para que comiencen las clases, como sea.
AC: –En un principio participé del Comité de Crisis, después me aparté. Pero lo que pude ver hasta enero de este año es que la Provincia mandó un jefe de Infraestructura que supuestamente hacía los relevamientos en las escuelas para ver cómo estaban. Pero fue todo una pantalla. Porque cuando le preguntabas cuántos establecimientos tenía Moreno, cuántos estaban en mal estado, qué obra había que hacer en cada uno, tenía una discrepancia total. Su trabajo de campo dejaba mucho que desear. Sin ir más lejos, a la escuela donde trabajo (la Secundaria Nº 43) recién este mes se le colocó el gas. Hay muchas en Moreno que todavía no tienen gas, varias con problemas de infraestructura, de agua… Este año Moreno volvió a clases paulatinamente, porque las obras no se hicieron durante el verano, que es lo normal. Desde el 2 de agosto del año pasado estuvieron paradas las escuelas, y muchas quedaron con las obras a medio hacer.
DR: –La Escuela 49 fue la primera que arreglaron. Y tuvieron que regresar al poco tiempo a arreglar instalaciones, como en el baño y en el tanque de agua, porque las cosas que pusieron eran de cuarta. Hicieron todo porque fue la escuela de la explosión, pero hay muchas otras que siguen en el mismo estado, y que en cualquier momento pueden ser otra escuela bomba.
–¿Las muertes de Sandra y Rubén generaron algún cambio en la política de infraestructura educativa del gobierno?
DR: –Lo que se hizo fue porque murieron dos personas. Lo lamentable es que estamos en época invernal y hay escuelas que no están aún en condiciones. Hay más de 50 que no tienen gas. Y lamentablemente, como le pasaba a Rubén, uno naturaliza las cosas, pensamos que es normal trabajar en esas condiciones, a pesar de que en esa escuela, como en muchas otras, habían hecho las denuncias, y la Provincia no hizo nada.
AC: –La muerte de alguien nunca es festejada, pero si de algo sirvieron fue para visibilizar el problema que ocurre en Moreno y en la Provincia de Buenos Aires –porque hay muchos municipios que están en condiciones similares a Moreno en infraestructura educativa–, con la deficiencia de la escuela pública y el desfinanciamiento en infraestructura, que fue muy importante en estos últimos años . «
DÍA DE LUCHA
Tras reclamos y movilizaciones docentes, al menos 18 distritos de la Provincia votaron en las últimas semanas, a través de sus concejos deliberantes, declarar al 2 de agosto «Día en Defensa de la Escuela Pública Digna y Segura».