Damián es padre de una joven de 16 años, que va a la escuela Mariano Moreno, ubicada en diagonal a la de Morena, del otro lado de la plaza. Venía en su auto de dejar a la hija y es quien en las imágenes se ve que encierra a la moto en la que iban los delincuentes. Horas después del hecho dio su testimonio, en el mismo lugar donde sucedió el robo y la posterior muerte de la niña de 11 años, por paro cardíaco.
En ese mismo sitio se aglomeran vecinos y parte de la comunidad educativa del colegio, reclamando justicia y criticando la inseguridad que viven a diario. Además, denuncian que no hubo patrulleros en la zona (ni antes ni después) y la ambulancia tardó 40 minutos en llegar. Una mamá enfermera le hizo RCP a Morena, pero llegó al Hospital Evita sin posibilidad de sobrevivir.
Hay antecedentes. Carolina, una docente de la escuela, fue asaltada semanas atrás, y recibió un «culatazo» de un delincuente en el ojo, poniéndole en riesgo la visión.
«Están diciendo en otros canales que yo estoy de apoyo a los motochorros, y nada que ver», comenzó su relato Damián. «Cuando me abre el semáforo los veo, estaba yendo a mi casa después de dejar a mi nena. Veo a la nena que está forcejeando con el de la moto, le tiro el auto encima, no a pegarle porque está la nena, cuando doy marcha atrás, suben a la vereda; un delincuente se bajó o se cayó, estaba abajo, voy costeando para encerrarlos, y uno ahí me apunta. No sé si tenía un arma. Estaba todavía oscuro».
«La vi luchando porque estaban tratando se sacarle la mochila. Lo seguí hasta la esquina. Volví para ver qué había pasado, y la nena estaba con otro vecino. Y me fui. Vine a dar la cara porque salieron a decir que yo estaba involucrado», acotó.
«Es muy común acá los robos, si no es a esta hora es al mediodía o la noche, siempre pasa lo mismo. Nunca vi a nadie en ningún colegio, ningún patrullero ni nada, nunca hay nadie, nada de seguridad. Nunca hubo propuesta de ninguna autoridad de hacer nada», completó.