Esta galletita es pariente cercana del curabié, esa masita turca que venimos reversionando tres generaciones de mujeres en mi familia. Tiene algunos ajustes y diferencias que la hacen más estable (con cantidades más precisas) y bastante irresistible (como esos trocitos de chocolate que se derriten un poco en el horno y nunca vuelven a estar del todo sólidos… pornografía para golosos). Pero si quieren una versión sin huevo, busquen a los curabiés haciendo click aquí.
Si quieren hacerlas con manteca de maní (o mantequilla de maní) casera, naturalmente pueden hacerlo y sale exactamente igual. Tienen la receta por acá. Si quieren simplemente obtener galletitas deliciosas, perfectas, seductoras para todo público y en un plisplás, vayan a darse un clavado en la receta que acá viene.

Ingredientes:

– 1 taza de harina: puede ser integral de trigo, de arroz o (las que siguen, procesando caseramente) harina de almendras o de avena
– 1 taza de manteca de maní o tahini (pasta de sésamo, se consigue en tiendas naturales y gourmet). Ambas pueden hacerse caseras o reemplazarse por pasta casera de cualquier otro fruto seco: de almendras, de cajú, etc.
– ½ taza de miel (o agave, o endulzante a elección)
– 1 huevo
– 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
– ½ taza de chocolate picado
– Pizca de sal
Opcionales: 1 cucharada de vainilla, una cucharadita de canela, ralladura de naranja, etc.

Preparación:
Unir a mano, con batidora, mixer o licuadora todos los ingredientes exceptuando la harina, el bicarbonato y el chocolate picado.
Si la pasta de maní o tahini están muy sólidas, se pueden aflojar un poco a baño maría o con el frasco cerrado bajo el chorro de agua tibia, se ponen rápidamente más líquidas. Si encuentran en el frasco una capa de aceite generosa sobre la pasta, no se asusten es normal, simplemente lo vuelven a integrar mezclando.
Una vez integrado todo lo anterior en un bowl, incorporar la harina y el bicarbonato con espátula o incluso simplemente a mano y por último agregar los trocitos de chocolate picado. Si la masa está muy floja y les cuesta darle forma a las galletitas, llévenla a la heladera una media hora. Si no, precalienten el horno a 180 grados mientras van colocando las galletitas en una placa enmantecada, aceitada o de silicona. Pueden darles la forma que más les guste, nosotras hicimos redondas clásicas y letras.
Ahora sí, idealmente dejen enfriar las galletitas en la heladera al menos quince minutos. Este paso garantiza que no se desmoronen y derritan en el horno antes de cocerse bien.
Hornéenlas en temperatura media-baja, alrededor de 180 grados, por entre 10 y 12 minutos. Quedan más ricas si las sacamos antes de que se doren, todavía apenas blandas al tacto, no duras del todo. Se secan luego al enfriar y quedan bien tiernas por dentro.

* Natalia Kiako dicta cursos y talleres. Pueden ver más info en su web