El secretario general de la Asociación de Empleados de Farmacias (ADEF), Víctor Carricarte, negó tener relación en la actualidad con el ex vice jefe de Gabinete, Mario Quintana, quien a mediados de 2018 hizo pública su intención de deshacerse de su participación accionaria de Farmacity. Hace una semana, desde el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos habían acusado a ADEF de haber pergeñado junto al ex funcionario de Macri la incorporación de la carrera Licenciatura de Farmacias en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) con el fin de lograr el desembarco de las denominadas farmacias shopping en la provincia de Buenos Aires.
“Con Quintana hace añares que no tenemos trato, porque hace rato que no está en actividad. No es una persona visible con la que nosotros debamos tratar en representación de alguna empresa en particular. Es verdad que antiguamente teníamos discusiones como con cualquier empleador de la actividad”, explicó Carricarte, quien representa a unos 25.000 trabajadores –entre profesionales y no profesionales- de farmacia de la Ciudad y el Conurbano.
El 1° de febrero, el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología aprobó por Resolución Ministerial Nº 345 la mencionada licenciatura que dependerá de la Facultad de Tecnología Aplicada de la UMET. “Para nosotros es movilidad social ascendente. Todo aquel compañero que hoy no tiene un título universitario y trabaja en una farmacia, va a tener la posibilidad de estudiar y llegar a ser un licenciado en farmacia, es decir convertirse en un farmacéutico, porque son equivalentes los títulos”, dijo Carricarte.
“No tiene diferencias–insistió el dirigente gremial- con los contenidos que se dictan en las carreras de farmacia de cualquier universidad del país y llevará, como mínimo, cinco años de estudios. Lo que sí, va a ser mucho más flexible y accesible en cuanto a los horarios de cursada y los aranceles”.
Carricarte describió también que “esta carrera servirá tanto para trabajar en una farmacia como en un laboratorio o un hospital. Es ridículo pensar que va a favorecer a Farmacity. Ni los favorece ni los perjudica. Nosotros estamos profesionalizando a los compañeros de la actividad. Después, trabajarán en la farmacia que sea y hasta podrán abrir la propia”.
“Otra discusión y otro capítulo sería discutir el modelo de farmacia que pretendemos”, reconoció el dirigente, quien defendió la postura de Farmacity ante la Corte Suprema de Justicia: “Hay dos modelos. Uno que crea fuentes de trabajo y otro que no. En base a este último punto, la Ley de Farmacias de la provincia de Buenos Aires nos perjudica enormemente”. «