Este jueves 8 de noviembre se cumple un año de que el submarino ARA San Juan zarpara de la base aeronaval de Ushuaia. Los familiares de los tripulantes encabezaron a las 10.30 un acto en esa base sin la presencia de autoridades nacionales ni de la fuerzas, pero con el aval de funcionarios de la provincia.
Las familias no sólo reclaman respuestas básicas acerca de qué pasó, dónde pasó, sino también un compromiso mayor en la búsqueda de la nave que circulaba por el golfo de San Jorge entre Río Gallegos y Puerto Deseado al desaparecer.
La ceremonia que se realizó en Tierra del Fuego es un modo de tomar distancia del acto oficial que tendrá lugar en Mar del Plata el 15 de noviembre, fecha en que se produjo la última comunicación del navío. Está previsto que ese jueves se celebra una misa en honor a los tripulantes desaparecidos.
El acto de Tierra del Fuego fue un homenaje sencillo frente al muelle Augusto Laserre donde estuvo fondeado el submarino por cuatro días antes de salir. La única oradora fue Isabel Polo hermana del tripulante Alejandro Polo, quien leyó un comunicado consensuado entre todos los familiares.
La semana pasada el gobierno acordó con la empresa Ocean Infinity, encargada de la búsqueda, extender el operativo por 60 días más. Sin embargo, la relación de los familiares con el ministro de Defensa Oscar Aguad ya no puede ser más tensa, especialmente luego de que se filtrara parte de un “informe de expertos” que echaba la culpa sobre las espaldas de los tripulantes al indicar como hipótesis más probable que hubiera habido un error humano en que podría haber provocado el ingreso de agua.