Ante la emergencia en varios pueblos del interior de la provincia de Buenos Aires de distintas estafas vinculadas con las redes sociales y supuestas critpomonedas, Tiempo dialogó con el abogado Mariano Moyano, especializado en investigar este tipo de maniobras tanto en Argentina como en otros países. Por estos días, el letrado lleva adelante una demanda colectiva de cientos de damnificados en contra de los dueños de SeSocio, una plataforma que presuntamente fue vendida a la empresa blockchain.com por 120 millones de dólares, pero se desentendió de las inversiones de los usuarios. 

Hace unos días atrás, Moyano presentó en los Tribunales de Comodoro Py una denuncia contra los directivos de RainbowEx, la plataforma que captó millones de dólares de miles de vecinos de San Pedro y le bloqueó a inversores el retiro de los fondos. “Estamos frente a un fraude masivo, con ejecución en la República Argentina, pero que no se limita a este país. Tenemos conocimiento de que hay ‘emprendimientos’ de RainbowEx en otros países latinoamericanos. De hecho, Knight Consortium fue creado orientado al mercado sudamericano, conforme mencionan en su página web”, fundamentó Moyano en el escrito en donde aclaró que “nunca han creado ninguna compañía ni están autorizados para operar en dichos mercados. El motivo es simple: lo hacen en fraude a la ley, para no someterse a la jurisdicción local”.

– ¿Por qué hay tantos fraudes?

– Hace 25 años que vengo lidiando con fraudes, de distinto tipo y formas. Y también con estafadores, de distinto tipo y colores. Obviamente hay denominadores comunes, pero hay que partir de la siguiente premisa, estos casos suceden todos los días, en todo el mundo, y Argentina no es un caso especial. Por ejemplo, nosotros actualmente estamos trabajando en quince casos de fraudes masivos, de los cuales solo tres tienen víctimas argentinas. Estamos hablando de miles de damnificados.

– ¿Cuál es el rol de internet?

– La llegada de Internet implicó la parcial despersonalizacion de los interlocutores. Antes, los esquemas fraudulentos se basaban en el prestigio y conocimiento de las personas en la cuales se confiaba. Si nos remontamos al 2001/2002 el ultimo gran fraude bancario argentino (y regional) fue el del Grupo Velox, Banco Velox en Argentina, donde se escurrieron miles de millones de dólares en diversos paraísos fiscales y hubo decenas de miles de ahorristas perjudicados. Los dueños del Banco Velox, la Familia Peirano gozaba en esa epoca de un enorme prestigio empresarial (Premio Konex, egresados de Harvad, Caballeros de la Orden de Malta, etc.) y si se quiere, también de un prestigio moral (inclusive el Papa Juan Pablo II visitó a uno de sus miembros en Montevideo). Pero la verdad, es que casi todos los ahorristas sabían quienes eran los Peirano, y nunca hubiesen desconfiado de ellos.

– Con la virtualidad, los riesgos aumentan…

– Con Internet y las inversiones online, ya no es tan fácil saber quién esta detrás de la captación de fondos. Muchos de los fraudes en los que participamos representado a víctimas nos indicaban que no tenían como desconfiar, ya que veían una pagina de internet muy atractiva, y efectivamente habían chequeado que las compañías (siempre en paraísos fiscales), realmente existían. Ademas, participaban de congresos, seminarios, charlas donde efectivamente podían confirmar la existencia de los «gurúes» de las finanzas a las cuales les confiaban sus inversiones. En 2002 ocurrió el denominado caso del «Madoff Argentino», el supuesto genio financiero llamado Eugenio Curatola, que prometía rendimientos astronómicos a través de una plataforma de Forex (Foreign Exchange). Cuando la verdad salió a la luz, se supo que Curatola solo había manejado una Pizzeria, que no había ni terminado el colegio secundario (de hecho lo termino en la cárcel), y la supuesta plataforma de Forex resultó ser una pagina de internet donde su hermano dibujaba los rendimientos.

– ¿Qué papel juegan los famosos en este tipo de maniobras?

– Más aquí en el tiempo, el caso de «Hope Funds» de Enrique Blaksley Senorans, que le prometia a la gente ser “socio” de los diversos emprendimientos, desde clubes de Polo en Indonesia, Propiedades en Panamá, departamentos en Miami, lo que solo sucedía en su imaginación. Pero mucha gente confió porque se contrataba para promocionar estas inversiones a gente famosa como Selena Williams, Roger Federer, equipos de Polo. ¿Cómo desconfiar de algo así? Pero sí, todo era ilusión. Y la ilusión es algo fácil de vender y promocionar.

– En algún punto es un caso similar al de Se Socio…

– Sí, actualmente se está dirimiendo en la Justicia Federal el caso de Sesocio.com, una plataforma donde las personas con un solo click podían elegir en qué invertir: desde comprar vehículos en Europa, inversiones pesqueras en Chile, cajeros automáticos en Estados Unidos, a engorde de chanchos en Paraguay. Obviamente no solo no estaban autorizados para recibir inversiones, sino que casi todos los proyectos fracasaron.

– ¿Las criptomonedas favorecen las estafas?

– Si a la existencia de internet le sumamos la aparición de las supuestas «plataformas» de trading, donde el supuesto inversor puede tener cierto control de sus inversiones, entonces se llega a la sofisticación de los esquemas fraudulentos. Allí, el inversor desde el living de su casa puede invertir en Dubai, Hong Kong, Londres, enviando desde su cuenta directamente sus inversiones a estas «plataformas», y hacer un seguimiento diario de las mismas. Y si a eso le sumamos la aparición de las criptomonedas, su opacidad, volatilidad y el nulo control regulador, entonces tenemos un coctel explosivo. Casi todos los días se crean estas plataformas, y también casi todos los días se descubren fraudes. La sola tenencia de criptomonedas es algo que escapa a las regulaciones, y carecen prácticamente de registro. Si a eso le sumamos la nula tributación de estos activos, esto hace que estas «plataformas» se multipliquen como un virus descontrolado. Además, el proceso de inversión es inmediato, sin ningún tipo de control y en general, no se andan con preguntas de cómo se obtuvo ese dinero. Por eso, si bien estos casos proliferan, lo cierto es que son pocos los casos judicializados, y menos en casos como los de Latinoamerica, donde los jueces y fiscales vagamente entienden que es una criptomoneda. Y para saber quienes son los organizadores de estos fraudes, hay que recorrer el mundo.

– ¿En Argentina proliferan estas estafas por una cualidad particular del argentino?

– Considerar que Argentina es un caldo de cultivo de estos esquemas fraudulentos por las diversas crisis económicas recurrentes, es una proposición sin sustento. Como ya afirmamos, estos casos se dan en todo el mundo, sin tener en cuenta ni nacionalidad, raza, credo ni posición económica. Las técnicas de engaño son de tan variedad, que engloban a todos. El denominador común de estos casos son: 1. La necesidad de una rentabilidad por fuera del mercado regulado y, por otra parte, otro tipo de inversiones exigen o sofisticación (Bolsas de Valores) o grandes volúmenes de capital (las de Real Estate). En estos esquemas, con un click del mouse se ingresa a todo un mundo, sin que nadie haga muchas preguntas. 2. La ilusión: Muchas veces los inversores son convencidos que este tipo de inversiones son el camino de superación personal y financiera, y adquieren una ilusión de cierto prestigio material que tiene por supuesto, vida corta. 3. La exposición de los supuestos resultados materiales: Estos esquemas no conocen ni de austeridad ni de bajo perfil. Se trata de buscar una exposición mediática (Instagram, Youtube, X, todo lo que este al alcance), para buscar el supuesto éxito material, que obviamente es compensado no solo por los rendimientos prometidos, sino por el arrastre que implica traer nuevos inversores. Nótese que estos promotores de estas falsas inversiones, usualmente ganan más dinero prometiendo y promoviendo seminarios, conferencias, convenciones, que el rendimiento de sus propias inversiones. Por eso es raro que estos promotores (muchas veces con denominaciones rimbombantes como «líderes», «embajadores», «coronas», «diamantes»), reclamen sus inversiones…hace rato que están hechos.

– Eso respecto a los estafados… ¿y los estafadores?

– En cuanto al perfil de los estafadores los rasgos comunes son definitivamente más fácil de determinar: 1. Escasa o nula instrucción o educación financiera: Como mencionamos algunos estafadores pasaron de tener una Pizzería (Eugenio Curatola), como de vender huevos vía delivery (Enrique Blaskley), o ser ex peón rural (caso RainbowEX). 2. Excesivo Narcisismo: Todos estos estafadores, no conocen de humildad, de austeridad, de bajo perfil. Todo lo contrario, se muestran y se exponen como exitosos, pese a que en el fondo saben que solo son «vendedores de ilusiones», y que todo lo demás (las páginas de internet, las supuestas inversiones, las promociones y regalos), solo son una puesta en escena para lograr el único objetivo que les interesa: hacer dinero rápido, y desaparecer. Y los inversores… solo son un peldaño, un escalón, un instrumento para su fin último.

– Los estafados y estafadores tienen patrones que se repiten, ¿por qué es tan difícil ponerle un freno a estos engaños?

– Lamentablemente, cada vez más casos masivos salen a la luz recientemente. El de Cositorto (Generacion Zoe) que continúa con prófugos (el Caso del ex juez Yrimia, que esta viviendo la «vida loca» en Dubai), como el de RainbowEX solo son una muestra de la fragilidad del sistema de prevención de este tipo de esquemas fraudulentos. El Estado debe estar presente en la difusión y prevención mediante cooperación con organismos especializados (PROCELAC, CNV, BCRA) en evitar que estos casos escalen. Pero reconozco que no es fácil, máxime que mucha gente inversora está profundamente convencida de las bondades de estos esquemas, aunque se les demuestre que son lisa y llanamente un fraude. Quizás es muy difícil dejar de abrazar una ilusión…