A más de diez días de la explosión en la escuela N° 49 Nicolás Avellaneda que se cobró la vida de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, el Frente de Unidad Docente marchó hoy a la Dirección General de Cultura y Educación para reclamar escuelas, comedores y salarios dignos. En ese marco, adelantaron que denunciarán al gobierno de María Eugenia Vidal ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y advirtieron que van a ponerle fecha al paro de 72 horas que está pendiente si no los convocan de inmediato.
La movilización partió a las 11 de la Plaza Moreno, pasó por la cartera educativa que conduce Gabriel Sánchez Zinny y concluyó en las puertas de la Gobernación. Los docentes nucleados en SUTEBA, FEB, UDOCBA, AMET y SADOP, junto a los estatales de ATE y familiares y compañeros de Sandra y Rubén reclamaron que se atienda la emergencia en infraestructura escolar que tiene hoy a cientos de escuelas cerradas en la provincia y demandaron mayores partidas para los comedores escolares. Intentaron entregar un petitorio en el Ministerio y en la Casa de Gobierno pero se encontraron con las puertas cerradas.
Tras la marcha, hubo un acto central en Educación donde los secretarios generales de los gremios respondieron a las declaraciones de la gobernadora María Eugenia Vidal sobre la tragedia de Moreno y adelantaron los pasos que seguirán en caso de no haber respuestas. “Utilización política es no hacerse cargo y responsabilizar a otro”, sostuvo el secretario general de Suteba, Roberto Baradel, en respuesta a Vidal y al señalar que “las muertes de Sandra y Ruben fueron evitables”. “Y son responsables la Gobernadora, el ministro de Educación, el interventor y el ministro de Trabajo”, precisó.
También advirtió que si el gobierno no da respuestas le pondrán fecha al paro que está pendiente desde las vacaciones. “Si no hay respuestas a los reclamos que el Frente Gremial viene llevando adelante, haremos efectivas las 72 horas de paro. Gobernadora, a los docentes se los respeta, a los chicos se los cuida y a las escuelas se las arregla”, dijo en un mensaje directo a Vidal.
A su turno, la presidenta de la FEB, Mirta Petrocini, dijo: «Nunca imaginamos que íbamos a tener que salir a la calle a exigir por la vida misma, para que no nos mate la desidia y la irresponsabilidad del gobierno». Y recordó que el día que sepultaron a Sandra y Rubén «las máximas autoridades de la Nación y la Provincia estaban en un mega acto a pura sonrisa, a pura música. Ni una palabra, ni una condolencia. Eso lastima pero redobla nuestros esfuerzos».
Por su parte, Miguel Díaz, secretario general de Udocba, enmarcó la marcha dentro de un plan de lucha en defensa de mejores condiciones laborales y salariales. «Nos quieren someter a salarios miserables. Quieren que se cierren las escuelas para que el conflicto no se note», sostuvo y recordó que el viernes vence el plazo d e la conciliación obligatoria dispuesta por la cartera laboral. «Vamos a aguantar como monjes tibetanos que se cumpla la conciliación obligatoria y vamos a retomar el plan de lucha que estuvimos haciendo durante este proceso», advirtió.
El momento emotivo del acto estuvo dado por los testimonios de los familiares y compañeros de Sandra y Rubén, las víctimas de la explosión. Mabel, la esposa de Rubén, pidió justicia y responsabilizó a las autoridades por lo ocurrido. «Acá hay una cadena de responsabilidades, que cada uno se haga cargo. No me digan que van a venir a verme cuando se apaguen las cámaras, porque ahora no los necesitamos, los necesitábamos antes para que no mueran Sandra y Rubén», sostuvo en referencia a las declaraciones de la Gobernadora. Y agregó: «No hay que tener miedo. No bajemos los brazos, empecemos a defender nuestros derechos, no somos un número más».
Hernán, docente de la escuela 49, explicó por qué rechazaron la propuesta del gobierno para volver a clase con baños químicos y viandas. “Les llevamos esta propuesta a los padres de los nenes de la escuela y decidimos juntos que no le vamos a dar la foto a Vidal de que volvimos a clase. Vamos a volver a clase cuando nos garanticen que todas las escuelas tienen la seguridad para dar clases», afirmó.
