Este jueves 28 de noviembre, a las 15 horas, la ciudad de Azul será escenario de un acto de memoria histórica. La ex Estación del Ferrocarril Provincial, hoy sede del Jardín Maternal Rubén De Paula, será reconocida como sitio de memoria, marcando su rol como centro clandestino de detención y tortura durante la última dictadura (1976-1983). Este espacio, cargado de cicatrices de un pasado oscuro, invita a reflexionar sobre la importancia de mantener viva la memoria para construir una sociedad basada en la verdad.

Más que un acto simbólico, este reconocimiento se enmarca en el compromiso por fortalecer la memoria colectiva, especialmente en localidades del interior bonaerense, donde el silencio de la dictadura se sintió con mayor intensidad. «Es un paso fundamental en la construcción de la memoria colectiva, especialmente en ciudades del interior bonaerense, donde el silencio impuesto por la dictadura resonó con mayor intensidad. Mientras que en los grandes centros urbanos los procesos de Memoria, Verdad y Justicia avanzaron con mayor rapidez, en estas localidades, las voces que clamaban justicia se enfrentaron a obstáculos profundos, muchas veces amplificados por el aislamiento. Sin embargo, fueron los organismos de derechos humanos y sectores de la sociedad civil quienes mantuvieron viva la llama del reclamo, demostrando que la memoria es un acto de resistencia», señaló Matías Moreno, titular de la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense. Y añadió: «Este trabajo constante ubica a la Argentina como un ejemplo internacional en la construcción de memoria a través de la justicia, la reparación y la garantía de no repetición».

Este tipo de actos abre la puerta al diálogo entre generaciones, promoviendo la reflexión en quienes no vivieron la dictadura, pero son herederos de su legado. «El objetivo es escuchar cómo las nuevas generaciones se interpelan por estos hechos, que pertenecen a un pasado anterior a su tiempo”. En un contexto donde Argentina celebra 41 años de democracia ininterrumpida, resaltó que “cada acción en defensa de la memoria reafirma el valor de un sistema que nos pertenece como patrimonio colectivo y que, para ser preservado, debe cuidarse día tras día». También recordó el hito que marcó la recuperación de políticas de memoria desde 2004, impulsada por Néstor Kirchner y continuada por Cristina Fernández de Kirchner, al anular las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y los indultos. «Estas decisiones permitieron avanzar en juicios y transformar centros clandestinos de represión en espacios de memoria para recordar y reflexionar», destacó.

El trabajo de organismos como Abuelas de Plaza de Mayo y el Equipo Argentino de Antropología Forense es un ejemplo de cómo enfrentar un pasado traumático con las banderas de Memoria, Verdad y Justicia. Para Moreno, «Argentina demostró cómo se puede procesar el dolor de los hechos aberrantes de la última dictadura cívico-militar a través de estas herramientas fundamentales». Sin embargo, advirtió que este esfuerzo no está exento de desafíos: «En el presente, discursos negacionistas y gestos que reivindican a genocidas desde algunos sectores políticos ponen en alerta a la sociedad. Pero el espíritu colectivo del pueblo argentino, como lo demostró en 2017 al rechazar el fallo del 2×1, sigue eligiendo la memoria como brújula y la democracia como camino».

La historia de la ex Estación del Ferrocarril Provincial evidencia la importancia de este acto. En 1976, el lugar, que funcionaba como Planta Verificadora de Automotores bajo el control del Ejército Argentino, se convirtió en escenario de secuestros, torturas y asesinatos de militantes perseguidos. Décadas después, gracias al testimonio de sobrevivientes y testigos, se confirmó su rol en el circuito represivo que abarcaba Azul, Tandil, Olavarría y Las Flores. En 2005, una decisión histórica del juez federal Juan José Comparato prohibió cualquier modificación en el edificio, preservándolo como un testimonio crucial para reconstruir la verdad.

Este jueves, la comunidad de Azul tiene la oportunidad de transformar el recuerdo en un motor de cambio y el dolor en una construcción colectiva. El encuentro será en Escalada 824, entre Güemes y Roca, un espacio que, una vez más, se convierte en escenario de lucha y reflexión, con la memoria como bandera y la democracia como horizonte.

Así, la ciudad renueva su compromiso con la memoria. Como un faro que guía en la oscuridad, las banderas de Memoria, Verdad y Justicia seguirán iluminando el camino hacia una sociedad más justa y democrática. Nunca más.