El cuerpo del futbolista Emiliano Sala (28 años) arribó al aeropuerto de Ezeiza a las 9:07 de este viernes. Así comenzó a cerrarse la historia iniciada el 21 de enero con la desaparición de la aeronave que lo transportaba sobre el canal De la Mancha, desde Nantes a Cardiff. El sábado 10 de febrero ya habían regresado de Europa su madre y su hermana, que habían viajado cuando aún se encontraba desaparecido, y fueron las encargadas de realizar los preparativos para el funeral.
Los restos de Sala, que llegaron en un avión de la empresa British Airways, fueron conducidos a su pueblo natal, Progreso, en Santa Fe, donde serán velados este sábado. El delantero jugaba en el club francés de Nantes desde hacía un año y medio y acababa de firmar para sumarse al equipo galés Cardiff, que lo había fichado por unos 17 millones de euros, un récord para este equipo.
La pequeña ciudad de Progreso, de apenas 3000 habitantes, está ubicada a 500 kilómetros de Buenos Aires y a 70 de la capital santafesina. Este sábado se realizará el velatorio público de 8 a 15, en el gimnasio del club San Martín de Progreso, para darle la posibilidad de despedirlo a todo su pueblo.
A la ceremonia asistirán, además de familiares, amigos y vecinos, representantes de los dos clubs europeos. Por el Nantes participarán Loïc Morin, secretario general del club, y Nicolas Pallois, jugador y amigo del argentino; mientras que del Cardiff (el club al que había sido transferido) anunciaron su arribo tanto el entrenador Neil Warnock como el director general Ken Choo.
El 7 de febrero un equipo de búsqueda dio con el monomotor Piper PA-46-310P Malibu del que se recató el cuerpo del futbolista cuya identidad fue precisada en la autopsia y que confirmó que el deceso del delantero argentino fue por «lesiones en la cabeza y en el tronco». El piloto David Ibbotson (de 59 años) permanece desaparecido.