Pasaron unos días con una baja de temperatura, pero el país volvió al calor pleno. Es verano, parece lógico. Pero los números extremos que se están viviendo este verano no son frecuentes: de acuerdo al dato del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en la temporada 2022/2023 ya ocurrieron 8 olas de calor en el país.
«Desde noviembre, las condiciones muy cálidas predominan en el territorio nacional y las olas de calor baten récords constantemente», apuntaron. Y agregaron que si bien en un primer momento los episodios se registraron en el sur argentino, «la mayor intensidad, extensión y duración se dio en la franja central».
Una ola de calor es definida por el SMN como un período en el cual las temperaturas máximas y mínimas igualan o superan, por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea, ciertos umbrales que dependen de cada localidad. No es lo mismo una máxima o mínima en el sur que en el norte.
«Esos umbrales se establecen en base al denominado Percentil 90 (P90), que también puede verse como la temperatura por encima de la cual uno se encuentra dentro del 10% de temperaturas más altas para ese lugar, acorde al registro histórico cada localidad. Superado ese umbral, se considera que una temperatura es extrema», describen.
En el comienzo del mes, las temperaturas extremas se concentraron principalmente en Patagonia. A partir del día 6, el calor se desplazó gradualmente de sur a norte. Permaneció por más tiempo en la zona central y luego se extendió hacia el norte y noreste a partir del 9 de febrero.
A través de una serie de mapas, narraron la evolución espacial de las condiciones de calor extremo en el país entre los días 2 y 14 de febrero. El color rojo indica que se cumplen las condiciones de ola de calor (temperatura máxima y mínima superiores a los umbrales de ola de calor). El color naranja indica que se cumple el criterio de calor extremo para algunas de las temperaturas (tmax ó tmin es superior al umbral de ola de calor), y en blanco no se cumple ninguno de los criterios anteriores (tmax y tmin inferiores a los umbrales de ola de calor).
Además, la extensión territorial del evento fue mucho mayor a partir del día 7, y el pico máximo se alcanzó el día 12 con más de 60 localidades que estaban en ola de calor. En febrero algunas ciudades registraron ola de calor durante más de una semana. Fue el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la localidad bonaerense de Las Flores, con 8 días de ola de calor. En Mendoza, la capital, San Martín,y San Rafael registraron 7 días consecutivos con ola de calor, similar a lo que se registró Trenque Lauquen, en Provincia de Buenos Aires.
No es algo aislado. Al menos 27 ciudades argentinas rompieron un récord de temperatura este mes. Algunas registraron un récord histórico, mientras que otras tuvieron su día de febrero más cálido. El Bolsón, Venado Tuerto, Morón, Ezeiza, La Plata, Tandil, Villa Gesell y Paraná, fueron algunas que tuvieron récord de Temperatura Máxima. En tanto, Gualeguaychú, El Palomar y Ezeiza, tuvieron récord de Mínima.
¿Qué se espera a futuro? En la zona del AMBA vuelve el calor fuerte, con al menos 7 días que registrarán temperaturas superiores a los 30 grados, especialmente el martes próximo que tendrá 34° de máxima. Recién bajaría a 24 grados el domingo 5 de marzo.
Sesenta veces más probable
Según un análisis de atribución realizado por World Weather Attribution (WWA), el cambio climático genera que la ola de calor fuera aproximadamente 60 veces más probable. WWA es una colaboración internacional que analiza y comunica la posible influencia del cambio climático en eventos climáticos extremos, como tormentas, lluvias extremas, olas de calor, olas de frío y sequías.
A mediados de noviembre de 2022, gran parte del norte y centro de Argentina y los países vecinos experimentaron temperaturas inusualmente altas. Y siguió el mes siguiente. La estación de Rivadavia, ubicada cerca de la frontera con Bolivia y Paraguay, registró 46 °C de temperatura máxima durante el 7 de diciembre, convirtiendo a la región en una de las más calurosas del mundo durante ese día.
En todo el mundo, el cambio climático hace que las olas de calor sean más comunes, más largas y más cálidas. Para cuantificar el efecto, los científicos analizaron datos meteorológicos y simulaciones de modelos de la ola de calor de fin de 2022 en el norte, para comparar el clima actual, 1,2 °C más caliente que en 1850, con el clima del pasado.
El análisis se centró en la temperatura máxima diaria para el período más caluroso de una semana, del 4 al 10 de diciembre de 2022.
Los resultados mostraron que el cambio climático hizo que un evento como la ola de calor registrada en nuestro país sea aproximadamente 60 veces más probable que ocurra y 1,4 ºC más caliente. Además, determinaron que ahora se puede esperar un evento similar aproximadamente una vez cada 20 años, con un 5% de posibilidades de ocurrir cada año: sin los efectos de las emisiones humanas de gases de efecto invernadero, habría sido un evento extremadamente inusual.
Si las temperaturas globales continúan aumentando, los eventos como estos serán más frecuentes e intensos. Por ejemplo, si las temperaturas medias globales aumentan solo 0,8 °C una ola de calor tan caliente como las de ahora sería aproximadamente cuatro veces más probable de lo que es ahora. Mientras que una ola de calor que ocurre aproximadamente una vez en 20 años sería de 0,7 a 1,2 °C más caliente que ésta.
Juan Rivera, científico del Instituto Argentino de Investigación de la Nieve, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) y autor de este trabajo, aseguró: «existe una creciente preocupación en Argentina y América del Sur por las olas de calor, que se han vuelto más frecuentes y severas en las últimas décadas. Estos acontecimientos recientes son un claro ejemplo de ello. Y a menos que se reduzcan las emisiones de carbono, el cambio climático continuará favoreciendo la ocurrencia de temperaturas récord a fines de la primavera y principios del verano».