En los últimos años el pañuelo verde tomó exponencial representatividad y se transformó en un símbolo popular de la lucha por la autonomía de los cuerpos.
Este objeto atraviesa resistencias de clase, cultura, religión, elecciones partidarias e identidades sexuales.
El pañuelo planta bandera, pone límite, encuentra sororidad. Nos reúne y nos hermana aún con nuestros desacuerdos.
Es una herramienta para ejercitar la memoria colectiva. Nos pone atentas para no dejar que nuestra libertad sea mercancía del capitalismo patriarcal.
Como el agua, se esparce en carteras, mochilas, vidrieras y balcones. El color verde quedó ligad a esta causa. Verde Aborto.
Los pañuelos y objetos fotografiados intentan reponer, a partir del uso que les dan sus dueñes, los modos de involucrarse en la lucha por el derecho a decidir de las personas gestantes.
Este proyecto surge de la necesidad de “mirar” un proceso del que me siento parte.