“Es un largo camino de lucha, pero pese a tener todo un Estado en contra vamos a lograr nuestro objetivo”, asegura Nancy Rojas, licenciada en enfermería y secretaria general del SITRE (Sindicato de Trabajadores de Enfermería). Los trabajadores y trabajadoras del sector aseguran que desde el 2018 vienen siendo discriminados, perseguidos y precarizados por la administración porteña de Horacio Rodríguez Larreta. A fines de ese año, la aprobación de la Ley 6035, impulsada por el oficialismo local, modificó la estructura del escalafón de los hospitales porteños y dejó afuera de la carrera profesional a las y los enfermeros del distrito.
Desde entonces, reclaman contra una medida que afecta profundamente sus salarios, no tiene en cuenta su formación de grado y su rol en el sistema sanitario local. Hicieron de todo: movilizaciones hacia la cartera de salud que conduce Fernán Quirós y a la sede de gobierno porteño; realizaron acampes, juntaron más de 53 mil firmas para que la Legislatura trate su proyecto de reconocimiento salarial; laboral y profesional; y hasta la justicia porteña les dio la razón y obligó a CABA a que sean incluidos en la carrera profesional. El gobierno apeló y este miércoles marchan hasta la cámara de apelaciones porteña ya que definirá el futuro del sector.
La Ley 6.035, que regula las «relaciones de empleo público de los profesionales de la salud de la Ciudad» y cuya última modificación fue aprobada a fines de 2018 por la Legislatura porteña, reconoce 24 profesiones de la salud, entre las que se encuentran: odontólogos, fisioterapeutas, fonoaudiólogos y nutricionistas, entre otros. Pero deja afuera a las y los licenciados en enfermería, que quedaron como parte del personal administrativo. Tras varios años de reclamos para ser reconocidos como profesionales de la salud, alrededor de 6000 licenciados y licenciadas en enfermería, siguen luchando por sus derechos.
Este miércoles 10 de mayo a las 14, se realizará la audiencia convocada por la cámara de apelaciones N° 2 del GCBA. A las 13 la enfermería concentra en Hipólito Yrigoyen 932 y realiza un cese de actividades entre las 12 y las 18. Tras el cierre, los jueces determinarán si reconoce o no a los licenciados en enfermería como profesionales de la salud. “Todos estos años no hemos dejado de pelear por nuestros derechos laborales, incluso durante la pandemia. La gestión de Larreta abandonó a los enfermeros de los hospitales públicos, pero pese a dejarnos afuera de la carrera profesional, Larreta nos unió con su destrato, también nos unió la dignidad y el honor”, agrega Rojas.
“Si bien todo esto hoy está en la justicia y con un fallo a favor de nuestro reclamo por parte de la enfermera Vergara López, luego de la apelación y el pedido de una fiscal, este miércoles los jueces de la cámara de apelación tiene la decisión final, pero más allá de esto vamos a seguir peleando por nuestros derechos”, termina. La fiscal en cuestión es Nidia Karina Cícero, de la Cámara Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad. Cícero recomendó a la justicia que falle en contra de los trabajadores de enfermería del distrito y que no los reconozca como profesionales de la salud.
¿Por qué Larreta castiga a la enfermería?
No reconocer como profesionales de la salud a las y los enfermeros porteños, es una decisión política que afecta directamente al salario del sector y lo reduce alrededor de un 50%. Pero ¿se trata solo de un ajuste encubierto, o este hostigamiento esconde algo más? Para Andrea Ramírez, enfermera del Hospital Ramos Mejía y Presidente de la Asociación de Licenciados y Licenciadas en Enfermería (ALE), no solamente existen intereses económicos, también los hay sindicales, empresariales y corporativos.
“Si nos reconocieran como profesionales de la salud modifican el encuadramiento sindical de nuestro sector y dejaríamos de ser personal administrativo y municipal de Sutecba y pasamos a tener otro rango laboral. Entonces se fortalecerían sindicatos como el nuestro y el Sutecba de Amadeo Genta, perdería millones de caja mensual de cuota sindical”, explica Ramírez. “Además”, sigue “si nos reconocen como profesionales de la salud, la enfermería podría concursar para cargos de gestión en los hospitales que hoy están monopolizados por el sector corporativo de los médicos, como el poder médico hegemónico que muchas veces pacta con Sutecba. Para nosotros se abriría la etapa de enfermeros y enfermeras como directores de hospitales, jefes de divisiones y departamentos que eso actualmente no ocurre”.
Por último, la titular de ALE, asegura que tener a la enfermería con salarios muy bajos es obra de mano barata para el mercado de la salud privada de clínicas y sanatorios: “Como por Ley no podemos tener más de un trabajo en el Estado, nuestra única salida para compensar los bajos salarios es ir a parar a la salud privada. A ese empresariado le conviene que el Estado, pagando bajos salarios, regule el mercado laboral a la baja, por eso apoyan a Larreta y de hecho Fernán Quirós viene de ese sector, de la elite de los médicos del Hospital Italiano”.
El cogobierno con un sector sindical y judicial
Por lo menos en la Ciudad de Buenos Aires, no resulta novedoso que en cada decisión de un sector mayoritario de la justicia porteña, pueda verse la pleitesía rendida al ejecutivo porteño. La enfermería, asegura que, además, la pata sindical de Sutecba también está implicada en ese poder tripartito que ataca a las y los trabajadores. “Hoy frenan nuestro reconocimiento profesional Sutecba, Larreta y parte de la justicia”, asegura en diálogo con Tiempo Cristian Acosta, licenciado en enfermería e integrante del SITRE. “Claramente nuestros salarios están muy atrasados, el promedio del sueldo de un enfermero en este momento está muy por debajo de la canasta básica y promedia los 140 mil pesos. Es un hecho que estar incluidos a la carrera profesional nos beneficiaría y ahí está la lucha, en la recomposición salarial y en las mejores condiciones de trabajo”, cierra.