Los datos oficiales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sobre población en situación de calle siempre fueron cuestionados por las organizaciones sociales que trabajan el tema y alertan sobre el subregistro de personas sin techo. Pero aún si se toman esos datos formales, el relevamiento muestra un incremento de casi el 35% durante el primer año de gestión de Jorge Macri en la ciudad y de Javier Milei a nivel nacional.
Hay casi tres veces más gente viviendo en las calles de Buenos Aires que en 2019.
— Clara Muzzio (@claramuzzio) December 6, 2024
El censo de este mes estableció que viven 4.416 personas, 2.682 más que en 2019. Un pueblo entero vive en las calles de la ciudad. Estos números abrumadores nos dan una idea del tamaño del… pic.twitter.com/TuDz62LoVs
De acuerdo a esos datos, en noviembre de 2023 había 3.286 personas en situación de calle en territorio porteño. Un año después, llegaban a 4.416. Sin embargo, según la medición impulsada por el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y Nuestramérica Movimiento Popular, para diciembre de 2023 ya había 8.028 personas en situación de calle en CABA: 7.119 mayores y 909 menores. Hoy el cálculo de quienes abordan el territorio también marca ese contraste.
“Estimamos que el número es muchísimo más alto. Por lo menos, el doble. Mínimo”, afirma Mónica de Russis, referente de la organización Amigos en el Camino y miembro de la Asamblea Popular por los Derechos de las Personas en Situación de Calle. “El colectivo de organizaciones que lo conformamos siempre vio un incremento en el número de personas en situación de calle y nunca coinciden las cifras que da el Gobierno con lo que vemos en las recorridas”, sostiene.
“La cifra estimada que tenemos es de alrededor de 12 mil personas”, señala Horacio Ávila, al frente de la organización social Proyecto 7. “La idea es que en abril del año que viene hagamos el tercer censo popular, con una cifra más concreta. Porque vienen mintiendo hace mucho. El tema tiene que ver con la metodología, lo que ellos hacen es una foto”.
Gente en riesgo de quedar en la calle
Para De Russis, la alarma no sólo debe encenderse por el incremento que muestran los números –aún los del subregistro- sino también por la gran cantidad de hombres y mujeres en riesgo de quedar en la calle. “Ese número nos deja colapsados, porque a nuestras recorridas se suman un montón de personas que vienen por el plato de comida, que antes no se acercaban. Que tienen casa, tienen techo, alquilan, pero tienen que decidir si pagar el alquiler o comer, o pagar las expensas o comer. El número de la cantidad que se acerca día a día es alarmante, con un tupper, con mucha vergüenza, pidiendo y manifestando ese riesgo”, relata la referente social, en diálogo con Tiempo.
“Las organizaciones venimos colapsadas porque no podemos aumentar el número de personas a las que alimentamos, porque no podemos sostener la estructura. Por ejemplo en las recorridas durante la primera parada aparecen un montón de personas en esta situación, y si les damos de comer a ellas tenemos que dejar de darles de comer a las personas a quienes les damos normalmente, que ya están en situación de calle efectiva y nos están esperando para poder cenar. Es algo que provoca mucha angustia”, describe.
En octubre, los datos del Instituto de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (IDECBA) mostraron que la pobreza en el distrito había alcanzado a 989.000 porteños (el 32,1%), de los cuales 417.000 (13,5%) se encontraban en situación de indigencia. Previamente, en junio, la información oficial reflejaba que la indigencia en la Ciudad había alcanzado su punto más alto de la última década.
“El aumento se nota en todo sentido. Por la cantidad de cosas que vienen a pedir, por quienes vienen a pedir lugar. Recibimos infinidad de llamadas de gente que dice que se está quedando en la calle, que no sabe adónde ir. Eso es cuestión de todos los días”, relata Ávila. “Se ven más familias, más mamás con chicos. Más pibes y más abuelas y abuelos. Por razones obvias. Antes había, pero no en el nivel que hay ahora. El jubilado que cobra 280 mil pesos y no tiene entorno que lo pueda bancar, no puede pagar un lugar y a su vez comer y comprar remedios, no hay manera”.
La vicejefa y la General Paz
“Hay casi tres veces más gente viviendo en las calles de Buenos Aires que en 2019. El censo de este mes estableció que viven 4.416 personas, 2.682 más que en 2019. Un pueblo entero vive en las calles de la ciudad. Estos números abrumadores nos dan una idea del tamaño del problema que enfrentamos”. Así presentó el drama la vicejefa de gobierno porteña, Clara Muzzio, al mostrar los datos a través de su cuenta de X. Pero su reflexión continuó con el foco puesto del otro lado de la General Paz: “¿Por qué hay tanta gente viviendo en la calle ahora? Seis de cada diez personas que viven en las calles de Capital no nacieron y nunca tuvieron un domicilio en Capital. Cuando rastreamos su origen llegamos mayoritariamente a la Provincia de Buenos Aires. Lo que vemos en la Ciudad en realidad es gente escapando de la crisis que generó en la Provincia el gobierno de Kicillof”.
Y siguió: “A la población censada que vive en las calles de la Ciudad, tenemos que sumarle además, un número indeterminado de indigencia nómade, personas que también escapan durante el día de la crisis de la provincia de Buenos Aires, pero regresan por la noche. Decenas de miles de personas”. Luego, y a tono con los tiempos, comparó la situación con la crisis migratoria que atraviesa Europa: “La pauperización de las calles de las grandes ciudades está sucediendo en otros lugares del mundo, como por ejemplo en Londres, Barcelona o París. La diferencia es que en esas ciudades las calles son mayormente ocupadas por inmigrantes. En nuestra Ciudad el fenómeno es distinto, es una migración interna, pero la emergencia es idéntica. Multitudes de personas viviendo en la calle. Aproximadamente un 20%, de ellas con graves enfermedades mentales que requieren tratamiento urgente. Este drama, es el resultado del brutal empobrecimiento que produjo el populismo y arrasó con el país”.
“Ciudad tiene y genera sus propios pobres”, responde Ávila. “Tratan de sacarse la cosa de encima pasando la pelota a Provincia. Hay gente de PBA, como hay de otras provincias y países. Gente que estaba bien acá, que venía laburando, y se le cortó el laburo, cerraron comercios, empresas y no tienen manera de volverse a otro lado. A su vez tratan de seguir buscando la vuelta acá. Se supone que las grandes ciudades son lugares donde tenés más expectativa, pero no pasa eso”, plantea el referente social.
Remarca además que tanto en distrito porteño como a nivel nacional hay leyes que deberían garantizar los derechos de las personas en situación de calle, pero se incumplen (leyes 3.706 y 27.654). “Las dos deberían complementarse como para que esto no pase. El número que dan es político, pero si la ciudad más rica del país no puede resolver la situación de 4.000 personas se tendrían que dedicar a otra cosa. En cinco gestiones no pudieron resolverlo”.
“Limpiar” la calle
Desde el inicio su gestión, Jorge Macri apuntó a la población en situación de calle al referirse a operativos de “limpieza” del espacio público y al relacionar a la población sin techo con padecimientos de salud mental. Este abordaje repercutió en el trato hacia estas personas y la vulneración de sus derechos. Según el Tercer Informe del Registro Unificado de Violencias (RUV) hacia Personas en Situación de Calle, publicado en agosto, los casos de violencia institucional contra personas sin techo treparon un 500% de un año a otro.
“Dentro de la violencia institucional la que más resalta es la policial sobre todo porque en la Ciudad de Buenos Aires –y en otros lugares también- está apareciendo esta ‘limpieza’ del espacio público. Este año estuvimos viendo que aparece como una legitimación no solo desde la política pública sino también desde la sociedad”, advertía por entonces Jorgelina Di Iorio, psicóloga, investigadora del Conicet, miembro de la Asamblea de Personas en Situación de Calle, impulsora del RUV y del Grupo de Investigación Sociabilidades por los Márgenes de la UBA.
Ese relevamiento muestra que “en CABA ocurrió un hecho de violencia hacia personas en situación de calle cada dos días y medio” en el último año. A ello hay que sumarle “las 125 detenciones, requisas y secuestro de pertenencias sin orden judicial, conforme el artículo 103 del Código Contravencional”.
Ante los nuevos datos difundidos desde el GCBA, Di Iorio alertó además que «los CIS (Centros de Integración Social) a los que pueden acceder las personas como dispositivo de primer acceso no están teniendo vacante, y eso las ONGs lo están diciendo porque lo refieren las personas que, incluso pese a que no sean los mejores lugares, sí quieren ir y no hay vacantes«. Sobre la referencia geográfica de Muzzio -que apuntó a la responsabilidad de PBA- la investigadora cuestionó que «así dicho el dato es engañoso. Lo que hay que saber es cuánto hace que residen en la ciudad y cuándo quedaron en situación de calle».