Mientras aumentan los casos de coronavirus en China y se multiplican las noticias de infectados en otros países, en situaciones por el momento puntuales y sin la magnitud del brote inicial producido en Wuhan, las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunciaron ayer que una misión de sanitaristas e infectólogos de la entidad llegarán al gigante asiático en el transcurso de la semana, para colaborar con la contención del virus.
«Presentamos sus nombres y ya recibimos una respuesta (de las autoridades chinas). El jefe del equipo viajará el lunes o martes, y el resto de los expertos seguirá luego», dijo el director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El último recuento oficial de víctimas del 2019-nCoV registra 723 muertes en China y una fuera de ese país, en Filipinas, y un total de 34.598 casos confirmados de la enfermedad en territorio chino, la gran mayoría de ellos en la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan, y 288 en una treintena de países.
Mientras las bolsas del mundo siguen atentas el rumbo del brote y el efecto que podría tener en el comercio internacional, en el que China ocupa un sitial preponderante (mucho mayor que el que tenía en 2003, cuando la eclosión del virus del SARS, también en China), consultoras financieras como Oxford Economics predicen que el coronavirus recortará 0,2 puntos porcentuales el crecimiento económico global previsto pára 2020.
Y respecto de la evolución del brote, las noticias redundan en la confirmación de casos en lugares más o menos remotos en relación a China, pero atravesados por un denominador común: la centralidad del turismo como propagador de epidemias. Las últimas revelaciones señalan el contagio de cinco británicos en un exclusivo centro de esquí de los Alpes franceses, luego de que uno de ellos se hubiera alojado en una hostería junto a un turista proveniente de Singapur. Y luego está la cuarentena del crucero Diamond Princess, anclado en el puerto de Yokohama, donde los análisis confirmaron que 64 pasajeros contrajeron el virus.
Entre ellos hay un argentino, el primer sudamericano infectado con el nuevo coronavirus, cuya identidad está resguardada por las normas sanitarias internacionales.
En rueda de prensa, Ghebreyesus aportó un dato que podría parecer menor, pero es central para la percepción social del coronavirus. La OMS todavía no decidió cómo se denominará a esta patología, que en la prensa internacional se nombra como «de Wuhan» o «chino». La intención es que no sea estigamtizante o una fuente de rechazo global a los ciudadanos chinos. Por la misma razón había reemplazado en 2003 el concepto de «gripe aviar» por el nombre de Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS), para relativizar su vínculo con el consumo de aves de corral. «
DENGUE
Mientras el mundo teme al coronavirus, el dengue bate récords históricos en América Latina, con más de tres millones de contagios desde 2019. La Argentina registra pocos casos por el momento, 71, pero todo indica que aumentarán.