Carola Labrador y Juancho Rodríguez, los padres de Candela, se fundieron en un abrazo apenas terminó el juicio y se supo de la condena a prisión perpetua para los principales sospechosos del crimen de su hija. Ahora podrá «descansar en paz» dijo la madre, aunque adelantó que ella va a seguir «juntando fuerzas para que caigan los que faltan». Sin embargo, el desahogo familiar puede durar poco si se tiene en cuenta que los jueces del TOC 3 de Morón, dejaron en evidencia las intenciones que tuvo la querella de buscar en el juicio elementos para incorporar a su demanda civil en contra del estado provincial. Incluso, poniendo en duda las principales evidencias del caso.
Es que los abogados de Labrador, Fernando Burlando y Román Makinistián, iniciaron en 2014 una causa civil basándose sobre todo en las conclusiones de la mayoría de la Comisión de Seguimiento que se había creado oportunamente en la Legislatura bonaerense para echar por tierra con la Causa Candela. Estos legisladores habían rechazado el hallazgo de ADN en la casa de Kiernan 992 y de ahí que establecieron que gran parte del expediente había sido armado por agentes policiales y funcionarios judiciales.
En el juicio, en tanto, los peritos establecieron la imposibilidad de que alguien haya plantado esas pruebas y eso fue fundamental en los alegatos de la fiscalía. La querella, por su parte, insistió con esa hipótesis y pidió la absolución de Gómez, rechazando la versión de algunos testigos que lo habían ubicado en las inmediaciones de la casa de Kiernan.
El fallo de hoy seguramente será incorporado a la demanda civil cuya cifra reclamada al Estado, según pudo saber este diario, puede trepar a 10 millones de pesos debido a las irregularidades cometidas en el instrucción de la causa, que resultaron en la muerte de la víctima.