Una fuente oficial confirmó a Tiempo que la intención del gobierno nacional es que los jardines maternales –que reciben a niños de 45 días a tres años de edad– queden definitivamente en manos del Ministerio de Desarrollo Social, mediante la implementación de Centros de Primera Infancia. De esta manera se daría por tierra con la vieja promesa de campaña de construir jardines maternales bajo el ala del Ministerio de Educación. Esta decisión, desde luego, viola la Constitución de la Ciudad y su artículo 24, además del artículo 18 de la Ley Nacional de Educación.
La Carta Magna porteña fue sancionada el 1 de octubre de 1996. Varios de sus apartados eran considerados como «revolucionarios» en aquellos tiempos. Uno de ellos en especial, el artículo 24, que ordena a la Ciudad «la responsabilidad indelegable de asegurar y financiar la educación pública, estatal, laica y gratuita en todos los niveles y modalidades, a partir de los 45 días de vida hasta el nivel superior». Ningún gobierno hasta entonces ni después garantizó que este derecho se cumpliera. Pero desde que está el macrismo en la Ciudad no sólo fue ignorado por completo, sino que, por el contrario, se inició un proceso para suplirlo, precarizando la educación inicial a través de los Centros de Primera Infancia (CPI).
En 2017, el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, en la apertura de sesiones ordinarias, reveló que en la Ciudad había 72 CPI, que contenían a 10.213 niños de entre 45 días y cuatro años de edad. Hubo prácticamente dos años de silencio oficial sobre este tema. El pasado 29 de octubre, la ministra de Desarrollo Social porteña, Guadalupe Tagliaferri, declaró durante su exposición para defender el Presupuesto 2019 que «en CABA hay 104 Centros de Primera Infancia a los que asisten 12.700 niños y niñas». Este número dejó en evidencia la avanzada de Larreta en materia de precarización educativa en el nivel inicial.
En diálogo con Tiempo, un importante funcionario del Ejecutivo porteño reconoció que el gobierno quiere «blanquear la situación para que los jardines maternales queden en manos solamente del Ministerio de Desarrollo y no de la cartera educativa». Para eso van a tener que modificar la Constitución de la Ciudad, replicó este periodista, a lo que respondió: «Si nos dieran los números en la Legislatura iríamos por ese camino», reconociendo que Vamos Juntos no llega a la mayoría especial de 40 votos para su aprobación, ya que con aliados suma 36.
Por su parte, el titular de la Comisión de Educación, Maximiliano Ferraro, no cree en los dichos de este funcionario, y señala: «Siempre defendí y creo en las escuelas infantiles dentro del ámbito de Educación. Esto no desmerece el buen trabajo que se realiza en muchos CPI, acá en la ciudad y en otros lugares del país».
Más allá de estos entredichos, la realidad indica que tanto Ciudad como Nación van camino a profundizar la precarización en la educación inicial. Los últimos episodios de cierre de varias salas en ese sector pusieron en alerta a toda la comunidad educativa.
El caso más conocido es el del Jardín Materno Infantil del Hospital Ramos Mejía, que sufre un cierre progresivo del sector para bebés de entre 45 días y un año, además de la sala de deambuladores y la de dos años de edad. Esto ocasionará la eliminación de 170 vacantes y, de completarse el cierre total, 360 niños y niñas quedarán sin escuela.Lo mismo intentó hacer Larreta con la Escuela Infantil N°2 DE 14 que funciona en el Hospital Tornú, situación que hasta el momento no llegó a concretarse por la resistencia de la comunidad educativa. En el mismo sentido, las y los trabajadores del Hospital Durand temen por el vaciamiento de la Escuela Materno Infantil Nº5 de ese nosocomio, cuyos datos fueron eliminados de la web oficial del gobierno porteño.
En junio de este año, el Jardín N°14 de La Paternal, que funcionaba en Almirante Seguí y Warnes, fue cerrado y trasladado en el mes de septiembre a Chorroarín al 300, a casi 20 cuadras de distancia, generando una complicación para las familias que tienen varios hijos y que al mismo tiempo deben estar en las puertas de la primaria y en las del jardín.
Un informe realizado por el Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, difundido esta semana, afirma que «entre 2003 y 2016, la matrícula privada del nivel inicial aumentó un 67,2%, sacando 37 puntos por arriba de la estatal que se mantiene en un 30,2 por ciento». El mismo relevamiento destaca que son 15 las provincias donde ocurre lo mismo. Mendoza encabeza esta lista con un 114,4% de aumento de la matrícula privada, seguida por La Pampa con 99,9% y Chubut, donde creció un 77,9 por ciento. En diálogo con Tiempo, el titular del CEA, Alieto Guadagni, dijo que «hace muchos años que la matrícula privada crece respecto a la pública, pero la novedad es que se está cayendo la pública por primera vez en la historia». Guadagni destaca que uno de los ítems por los cuales las familias son arrastradas a elegir la privada en el nivel inicial, es porque en las escuelas estatales no hay oferta de vacantes. «La Argentina en este sentido es mucho más desigual que el resto de América Latina. La clase alta va mucho más al nivel inicial que la clase baja», concluye. «
El legado de Vidal para su ex mano derecha
Los Centros de Primera Infancia fueron ideados por María Eugenia Vidal cuando era la titular de la cartera de Desarrollo Social porteña, en 2007. Durante su administración abrió casi una treintena de estos espacios. En aquellos tiempos, la mano derecha de Vidal era la subsecretaria de Promoción Social, la actual ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña. Tanto Vidal, que luego adquirió vuelo propio, como Acuña son «del riñón» de Horacio Rodríguez Larreta. Ambas se formaron en el Grupo Sophia, un espacio construido por el actual jefe de Gobierno en el que reclutaba a jóvenes estudiantes de Ciencias Políticas y Económicas. Sophia y la Fundación Pensar fueron el germen del PRO y de la carrera política de Mauricio Macri.
Confusión y suspenso con la inscripción online
El gobierno porteño debería haber entregado este viernes 9, mediante su web oficial, la lista de vacantes asignadas y la «lista de espera» de los niños y niñas inscriptos en el sistema online. Durante las primeras horas de la mañana, quienes intentaron ingresar al sistema con el usuario y clave correspondiente, no tuvieron mayores dificultades. De esta manera, miles de familias pudieron conocer cuál era la situación de sus hijos y si tenían una escuela asignada.
Pasadas las 10, sin embargo, comenzaron a aparecer diferentes denuncias en las redes. Quienes en las primeras horas habían chequeado que la vacante les fue asignada, más tarde descubrieron que el sistema cambió su estado a «en proceso de asignación», y en otros casos a «lista de espera».
Las autoridades de los colegios debieron hacerse cargo de brindar respuestas –que no tenían– a las familias que se acercaron a las escuelas a exigir explicaciones.
Tiempo trató de comunicarse en varias ocasiones con autoridades del Ministerio de Educación porteño, y ninguna de ellas supo dar una respuesta concreta. Luego de varios intentos, una fuente de la Dirección de Educación Inicial, que dirige María Susana Basualdo, aseguró que los datos definitivos del nivel inicial y del resto de los niveles estarán disponibles recién este lunes, en horas de la mañana.
¿Por que fueron retirados el listado de asignación y la lista de espera de vacantes que habían sido publicados en la mañana del viernes? «Fueron varios errores del sistema», adujo el funcionario, y agregó que se vieron «colapsados”.
Datos del sistema online a los que pudo acceder Tiempo advierten que para el ciclo 2019 se solicitaron vacantes en el nivel inicial para un total de 47.474 niñas y niños. En el nivel primario, la demanda fue de 28.388 vacantes, y en el nivel secundario, de 25.167.
Un modelo que crece en distritos gobernados por Cambiemos
A pocos meses de asumir la Presidencia de la Nación, en abril de 2016, Mauricio Macri firmó el decreto 574/2016, que habilitaba la construcción de centros de Primera Infancia en todo el país. De esta manera, la política de precarización del nivel inicial dejó de ser patrimonio exclusivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La gestión de los CPI se lleva adelante bajo cinco modalidades: provincial o municipal, o bien una mixtura entre ambas; también los hay manejados solamente por organizaciones no gubernamentales (ONG); y bajo gestión estatal compartida con entidades de la sociedad civil.
Un relevamiento realizado sobre el Plan Nacional de Primera Infancia realizado por el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, dependiente de Presidencia, arroja que hasta el momento se contabilizan 1209 espacios de Primera Infancia en todo el país, que dan contención a un total de 85.048 niñas y niños. El 54% de estos espacios está administrado según la modalidad oficial, y el 46% restante se es gestionado con participación de privados.
La mayor cobertura la tienen la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de La Rioja y Jujuy, pero también hay CPI en Corrientes, Salta, Santa Cruz, Chubut y la provincia de Buenos Aires. En el último año, los CPI se inseminaron en gran parte del territorio bonaerense, sobre todo en Tres Arroyos, Bahía Blanca, Tres de Febrero, General San Martín y Pilar. El municipio de Morón, también gobernado por Cambiemos, avanzó este año en la construcción de su primer CPI (foto).
Si el gobierno nacional sigue avanzando con su plan de precarización de la educación inicial, para fines de 2020 habrá casi 600 mil chicos y chicas afectados a esos espacios.