“Ideal para engorde o recría de novillos”, dice la descripción inmobiliaria de un terreno que acaba de ponerse a la venta en Isla La Brava, en Victoria (Entre Ríos), frente a Rosario (Santa Fe). Lo que no dice el texto promocional es que es uno de los terrenos quemados por los fuegos que arrasaron con esa zona en los últimos días del año que pasó. Desde la agrupación Salvemos Los Humedales Villa Constitución vienen haciendo un seguimiento del tema y advierten sobre “un patrón de incendios” que vincula los lugares donde se inician los fuegos con los terrenos que se ponen a la venta.
Fernanda Del Carlo y Daniel Agnese, de esa agrupación, vienen siguiendo de cerca el tema. “Veíamos que siempre se incendiaban los mismos lugares y hay como un patrón de incendio. La semana antes de Navidad se empezó a incendiar un lugar que se llama La Brava, frente a Rosario. Fue un incendio re groso y terminó con la lluvia después de Año Nuevo. Un desastre, se incendió todo. Ayer (por el martes) Daniel estaba buscando y me avisa que se vende justo donde se había iniciado el fuego. Lo que decimos es que hay una tendencia, que estamos encontrando un patrón demostrable de fuegos en terrenos que están para la venta, con fines agrícola-ganaderos. Esa es la conclusión”.
Como explicó el naturalista César Massi a través de su cuenta de Twitter, un terreno recién quemado es más valioso porque “está ‘limpio’ y después de una lluvia, listo para pastorear”. Para Del Carlo, “hay un patrón, parecería ser bastante claro. Y todo aparece en páginas de inmobiliarias que tienen que ver con el agro. Se ponen a la venta estos terrenos con fines nocivos para el humedal. La zona es una reserva de usos múltiples, donde sólo se aclara que no se puede practicar la agricultura intensiva. Hay un gris y no se aclara qué se habilita de ganadería”. Para aclarar ese “gris”, este jueves llevarán su informe a la Delegación de Islas. Junto con otro, elaborado por la Multisectorial de Humedales de Rosario, sobre la realización de fiestas en zonas de islas.
La agrupación de Villa Constitución comenzó su investigación a partir del caso de la empresa holandesa Bema Agri. Un mes atrás, desde ese espacio denunciaron que la compañía estaba poniendo a la venta 10 mil hectáreas de islas frente a Rosario, parte de una extensión de 376 mil hectáreas considerada «Reserva de Usos Múltiples» y área natural protegida por Entre Ríos. La firma fue denunciada en varias ocasiones por la construcción de terraplenes en zona de humedales, hasta que en 2018 por decisión de la Justicia entrerriana abandonó sus actividades.
“Empezamos a averiguar y en una página de una inmobiliaria porteña ese lugar, que había sido causa de un fallo histórico, lo tenían a la venta. Bema Agri había hecho un desastre levantando terraplenes, hasta un helipuerto. Y fumigaban, porque también tenían agricultura y ganadería. Fueron a juicio, perdieron y se fueron. Nunca hubo reparación histórica, lo dejaron desastroso. Pasamos siempre por ahí, no tiene cartel de venta pero está a la venta. Y se ofrece en las páginas de agro, como ‘excelente para explotación ganadera’. Siguen haciendo un negocio con eso, creemos que nadie va a invertir ahí si no tiene el respaldo del gobierno entrerriano. Hicimos una denuncia junto con la Multisectorial de Rosario. Empezamos a investigar y empezaron a aparecer avisos como estos por todos lados, con otros lugares del humedal”, alertó Del Carlo.
La ambientalista agregó que “si bien casi todos los terrenos son de Entre Ríos, la responsabilidad también es del intendente de Rosario, porque el humo se lo fuma la gente de ahí. Somos las personas que vivimos en las costas que nos tenemos que fumar el humo de estos negocios. Estas cosas que parecían una teoría ahora son más comprobables. No hay una voluntad política de querer resolverlo. Porque el acceso a los datos está. El punto que tenemos en discusión es que nadie puede decir que no vendas tu campo, el tema es con qué fines se vende”. La preocupación de las agrupaciones de Villa Constitución y Rosario crece mientras sigue postergada la Ley de Humedales, que daría más herramientas para el resguardo de estas zonas de vital importancia para el ambiente, en una época en la que proliferan los incendios en distintos puntos del país.
“Después de Año Nuevo llovió dos o tres días y está apagado el fuego, pero la última semana de diciembre fue terrible. Se quemaron viviendas de gente de las islas. Hubo audios desgarradores desde el lugar. El jueves 30 se quemaron islas frente a Rosario. Por un lado uno lee informes oficiales que hablan de un operativo enorme, pero la gente de la isla dice que se organizaron en brigada ellos mismos y estaban solos combatiendo el fuego”, relató Julieta Bernabé de la Multisectorial de Rosario. “El fuego estaba alcanzando las casas, estaban solos, querían evacuar a los chicos al menos por el humo y no tenían ayuda de nadie. Desde Rosario empezamos a llamar a Defensa Civil, a Secretaría de Protección Civil, a Bomberos, y rebotábamos en todos los teléfonos. Al día de hoy no sabemos a quién llamar llegado el momento del fuego. Queremos que haya un combate serio, porque tardan 2-3 días en mandar gente y después dicen que el foco es enorme y difícil de apagar. Es desgastante”.