Luego de anunciar la vuelta de la Paritaria Nacional y del Plan Nacional de Lectura, el Ministerio de Educación adelantó el regreso de otro programa paradigmático vaciado (y despreciado) por el macrismo: el Conectar Igualdad (CI).
“Estamos estudiando la implementación del plan Conectar Igualdad. El plan fue desarticulado completamente. Lo cerraron. Estamos haciendo un inventario en todo el país para saber con qué se cuenta y volver a armarlo. Estamos haciendo un inventario de la educación en general”, expresó la viceministra Adriana Puiggrós. “El panorama es muy malo. El sistema educativo argentino se sostiene con el trabajo de los docentes. Pese a todas las políticas de desguace, los maestros van a las aulas y los chicos aprenden”, agregó en declaraciones a Radio El Destape.
En diálogo con otra radio (la 750), acotó que «hay lugares donde están rotos los equipos. De pronto encontramos provincias con conexión y otras sin conectividad. Hay muchos municipios que hay que conectar», y anticipó que la nueva versión abarcará más soportes digitales: «Estamos con toda la decisión de renovarlo y usar múltiples plataformas como los celulares. El celular se ha convertido en una pequeña computadora. Faltan meses para que vuelva a funcionar el plan. En algunas regiones se hará más rápido, hay provincias que se hicieron cargo ellas y siguió funcionando».
Más allá de analizar si mantienen o no el nombre original, una primera decisión del gobierno será decidir si efectivamente vuelven a entregar netbooks, o preferirán tablets, teniendo en cuenta la velocidad con la que las primeras quedan en desuso. Seguirán adjudicándose a alumnos y alumnas de Primario y Secundaria
Por el momento, la cartera que conduce Nicolás Trotta continúa organizando los equipos y rearmando otros desmantelados por el macrismo, tal es el caso de CI: “Todavía no se formaron equipos en Educ.ar, aún está la gente de la gestión anterior –confió una fuente que ocupó uno de los puestos jerárquicos de CI previo al 2016–. La convocatoria debería ser inminente. La voluntad política de retomar Conectar o algo similar indudablemente está, faltaría completar la gente debajo de las secretarías y subsecretarías”.
Conectar Igualdad fue uno de los programas más apuntados por Cambiemos, tanto en la práctica como en los discursos. Incluso Mauricio Macri siendo presidente lo cuestionó, al considerar que no se realizó un sistema de conectividad, y entonces “era lo mismo que repartir asado gratis”. Sin embargo, los números fueron rotundos: entre 2010 y 2015 entregaron más de 5.300.000 de netbooks en docentes y jóvenes de las escuelas e institutos del país. En 2015 fueron más de 443 mil, mientras en 2018, último año donde se tuvo una cifra oficial, no llegaron a 50 mil.
A fines del 2014, gracias al programa oficial, se había subsanado la brecha digital: de acuerdo al Instituto de Estadísticas de la Unesco, de la relación de 12 alumnos por cada computadora en colegios secundarios que se registraba en 2009, en cinco años se había pasado a una computadora por alumno. Además, incluían contenidos específicos en áreas como Matemáticas o Biología, enciclopedias, e–books, y un sistema operativo propio (Huayra) de software libre basado en Debian GNu Linux. Ninguno de esos contenidos necesitaba de internet. A su vez, CI se acompañaba con una red interna (intranet) que entrelazaba los equipos al servidor escolar, para compartir carpetas o realizar tareas colaborativas.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó en 2016 un estudio sobre el impacto de Conectar Igualdad. Tomando datos de las pruebas PISA de 2012, las investigadoras del Conicet, Marta Formichella y María Alderete, concluyeron que “se encontró una diferencia significativa en el rendimiento académico promedio entre el grupo de estudiantes beneficiarios del programa y aquellos que no lo fueron”. A ese trabajo se le suma otro informe del Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología e Innovación (Ciecti), también del 2016, el cual destaca que Conectar Igualdad tuvo impacto incluso en los alumnos que tenían las netbooks pero no contaban con internet en sus escuelas, y subraya que aprendieron mejor en sus clases y se redujo la brecha digital entre los sectores más y menos favorecidos.