Haciendo caso omiso a la situación que atraviesa el Instituto Nacional de Tecnología Industrial, Javier Ibáñez, su presidente decidió celebrar el día del investigador científico -10 de abril- en las redes sociales oficiales del INTI publicando una salutación conmemorativa.
Lo que de por sí podría haber sido interpretado como un gesto de mal gusto en el contexto de un conflicto por el despido de 258 trabajadores de la ciencia que lleva ya más de 72 días, se vio agravado porque la publicación fue ilustrada, precisamente, con la imagen de una de las científicas desafectadas. Se trata de Sara Reidel prestigiosa bioquímica que recibió, en los últimos días de enero, la misiva que la desvinculaba del organismo.
Los trabajadores en conflicto denunciaron el hecho como una provocación y «una burla» y responsabilizaron al propio Ibáñez y al interventor del área de Comunicación, Fernando Rodeles, destacando su pasado reciente como parte de la polémica intervención en el Sindicato Obrero Marítimo Unificado (SOMU).
Los delegados denunciaron que en plena crisis del sistema científico, Ibáñez da una nueva muestra de su desprecio por las capacidades existentes en el Instituto y valida, una vez más, que los despidos fueron motivados por persecución política y en ningún caso por desempeño o antecedente profesionales.
Además destacaron que el hecho puntual se suma a otros episodios que llevaron a que Ibáñez esté fuertemente cuestionado por la opinión pública y con graves denuncias en sus espaldas referidas a su participación en hechos de violencia en el fútbol como dirigente del Club Atlético Atlanta, privatización y tercerización de servicios del Instituto y denuncias de negociados en contrataciones por obras en el predio.
Las autoridades, una vez que se hizo público el saludo decidieron levantar la publicación y difundir la carta de una empleada de rango medio en la que asume la responsabilidad por el hecho.