El ministro de Medioambiente, Juan Cabandié, anunció que en los próximos días se derogará el decreto 591/19, firmado por Mauricio Macri, que permitía la importación de residuos sin certificado de inocuidad sanitaria y ambiental, que debían emitir los países de origen, por lo que no habría ninguna garantía de qué clase de residuos se importarían. Además de que afectaba el principio de no regresividad en derecho ambiental.
En comunicación con Radio Nacional, consultado por el periodista Agustín Álvarez Rey sobre su reunión con el Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA), el ministro señaló que se le presentó el tema del tratamiento de la basura como prioritario: “A pesar de que hay algunas buenas experiencias, no me contenta la situación de este tema en el país. Somos bastante medievales en el tema de los residuos, los tiramos en el patio de atrás y después al de atrás del de atrás. Tenemos 5.000 basurales a cielo abierto, y en el país hay 2.500 municipios, el doble, y cada uno con su propia idea sobre el tratamiento de la basura. Hay que sentar bases federales de una vez por todas”, explicó el ministro.
Sobre las causas de la derogación, indicó que “es indigno y un descalabro permitir la importación de basura, no hay ninguna razón para hacerlo. Nosotros producimos demasiada basura y no reciclamos. Sobre esta situación, importar basura es irracional, además de que es la puerta de entrada a los residuos peligrosos. Lo último que tenemos que hacer es importar, porque no tenemos ni plata para tratarlos ni plantas específicas para tratarlos ni ninguna razón para importar”.
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La letra chica de la norma que será derogada flexibiliza la entrada de residuos en caso de que se trate de una «sustancia u objeto [que] se utilice para finalidades específicas». Los especialistas indicaron en ese momento que, al eliminarse el certificado de no peligrosidad que deberían emitir los países de origen, no había ninguna garantía de qué clase de residuos se importarían.
Tan peligroso como lo anterior es que al modificar el artículo 1 del decreto 181/92, el gobierno macrista borró de un plumazo una frase que presentaba un largo anexo con decenas de especificaciones de sustancias peligrosas. Entre otros desatinos, el decreto de Cambiemos reemplazó a la autoridad de aplicación que dejó de ser Ambiente y fue reemplazado por el Ministerio de Producción, sin ninguna experiencia en el tema.
La Argentina produce 45 mil toneladas diarias de residuos sólidos urbanos (informe de 2017) que terminan en basurales a cielo abierto o enterrados y carece de una política de gestión de residuos nacional, es decir, de reciclado, para que, por ejemplo, puedan servir de insumos a la industria. De esto dan cuenta los más de 5000 basurales a cielo abierto en el país que mencionó el ministro. Sobre la necesidad de avanzar en una política nacional sobre este tema, expresó Cabandié que trabajará con el COFEMA.El ambientalista Enrique Viale había analizado en diálogo con Tiempo el contexto internacional en que surgió el decreto de Macri y había apuntado a la “decisión China de enero de este año (2019) no sólo de reducir drásticamente la importación de residuos sino también de aumentar los requisitos para hacerlo. Lo contrario que hace Macri”. Viale afinó los números y explicó que “China bajó un 99% la compra de desechos reciclables y, como era un jugador central en este tema, generó un descalabro, especialmente en Estados Unidos, al que le compraba el 50% de los reciclables, más de 20 millones de toneladas. Ahora no saben qué hacer, por eso es un tema importante en la agenda de Trump”.