El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, anunciaron este lunes que sacarán la cárcel de Devoto, la única que queda en territorio porteño, y trasladarán los detenidos al complejo penitenciario de Marcos Paz. Los valiosos terrenos serán destinados a espacios públicos y viviendas.
«Hoy es un día histórico porque el traslado de la cárcel era un reclamo que me hacían cada vez que venía al barrio y hoy, trabajando junto al gobierno nacional, lo concretamos», dijo Rodríguez Larreta en el acto realizado en la puerta del penal. Además, el jefe de Gobierno resaltó que «en ningún lugar del mundo hay una cárcel dentro de la ciudad».
Por su parte, Garavano dijo que «se trata de la cárcel con peores condiciones del sistema penitenciario federal» y consideró «un desafío poder transformarla en algo digno para el trabajo de rehabilitación para las personas que se encuentran alojadas».
La iniciativa responde a reclamos de décadas por parte de los vecinos de Villa Devoto. Gonzalo Aguilar vive a 100 metros de allí y forma parte de la asamblea vecinal Devoto sin cárcel, que hace años pide al gobierno la mudanza del centro de detención a otro predio alejado.
Se nota que los detenidos viven mal, en salas de 60 personas, algo que no respeta los estándares vigentes, aseguró Aguilar, para quien la permanencia del complejo afecta a la calidad de vida de los vecinos. Los vecinos escuchan «el ruido de sirenas a las tres de la madrugada sin saber qué pasa dentro» y también «gritos o tiros», continúo el vecino.
La iniciativa propone liberar el 65 por ciento del predio que ocupa el complejo a espacios públicos y el resto a la construcción de viviendas.
Las primeras reuniones de trabajo entre los gobiernos nacional y porteño para evaluar el traslado comenzaron a finales de junio de 2016, para darle forma a una reforma integral del servicio penitenciario, con un nuevo modelo de establecimiento de reclusión. En 2016, Larreta había dicho que estudiaban la posibilidad de vender «una quinta parte» del predio para financiar el traslado.
La cárcel de Devoto fue inaugurada en 1927 para contraventores -condenados por ebriedad o vagancia- en una zona que si bien ya contaba con viviendas cercanas al edificio, estaban en lotes de gran extensión. Treinta años después pasó a depender del Servicio Penitenciario Federal, el enrejado exterior fue reemplazado por muros de siete metros de altura y se transformó en un complejo de máxima seguridad.