El femicidio de Anahí Benítez sigue sin justicia después de tres años. Su cuerpo había sido encontrado semienterrado, a 20 centímetros de profundidad, la mañana del 4 de agosto de 2017 en una fosa en la reserva Santa Catalina, de Lomas de Zamora. El 29 de julio fue la última vez que su madre, Silvia Pérez Vilor, la vio. La autopsia determinó que había sido abusada. La Sala I de Casación Penal de la Provincia citará a una audiencia este mes para avanzar en la revisión del fallo del Tribunal Oral Criminal 7, que condenó a cadena perpetua a Marcos Bazán. En el medio, acusaciones a empresas, y la mirada sobre la justicia y la policía de Lomas.
Marcelo Villalba, el principal apuntado, fue apartado del juicio porque en ese momento se consideró que no estaba en condiciones de defensa. El Servicio Penitenciario ya le dio el alta, por lo que podría ser juzgado próximamente por el Tribunal 6. Su ADN fue encontrado en el cuerpo de Anahí, cuyo celular, además, estaba en posesión del hijo de Villalba.
La madre de Anahí está convencida de que Villalba y Bazán son culpables, y cree que hay más involucrados. En su búsqueda de justicia, denunció a la empresa Claro por no entregar a tiempo los informes sobre el paradero del celular. Mientras la joven de 16 años todavía estaba secuestrada, pero con vida, de acuerdo con las autopsias, la familia pidió información sobre movimientos del celular que Marcelo Villalba le había robado. Recibió la información 15 días después, demasiado tarde.
Los jueces Elisa Beatriz López Moyano, Roberto Wenceslao Lugones y Alfredo Conti basaron su sentencia contra Bazán en el testimonio de Tula, quien aseguró que el perro encontró su olor en la fosa, y también olor de Anahí en la casa del acusado.
La defensa, a cargo de Eduardo Soares y María Rosario Fernández, organizados en la Gremial de Abogados, apeló el fallo y pidió la absolución. Sostienen que en cinco allanamientos a la casa de Bazán, no apareció ADN de Anahí, pese a que encontraron manchas de sangre que pertenecían a un amigo de Bazán y a un perro. “¿Cómo hizo para limpiar solamente lo que era de Anahí y no lo de los demás?”, se preguntan. Y del expediente no surgen vínculos de Bazán con Anahí ni con Villalba, pese a investigaciones de la Agencia Federal de Inteligencia y a la verificación de redes sociales.
Los defensores denunciaron parcialidad en el tribunal, que preguntaba y repreguntaba a testigos de la defensa, mientras que según el Código Procesal Penal, los jueces no pueden formular preguntas directas. Solamente pedir aclaraciones.
Además, denunciaron hostigamiento a testigos de la defensa: tres allegados a Anahí y tres conocidos de Bazán fueron imputados por falso testimonio. Uno de los testigos, por ejemplo, entregó su celular voluntariamente para que sean investigadas las conversaciones con Bazán. Tres años después todavía no se lo devolvieron.
Soares ya formó parte de juicios a los que denunció como causas armadas, pero este caso le parece especial: dice que suele ser la policía quien las inicia. Esta vez, señala a la fiscalía, en connivencia con el Departamento Judicial y el Colegio de Abogados de Lomas de Zamora.
Cuatro meses después del femicidio, el jefe de la Comisaría 9° de Parque Barón, Damián Darío Lozano, que tenía a su cargo la búsqueda de Anahí, fue detenido por extorsión, trata de personas y asociación ilícita. El 2 de febrero de 2021, sin embargo, fue designado jefe del Departamento de Control Disciplinario en la Superintendencia de Seguridad Vial de la Provincia de Buenos Aires. Amigos de Bazán agregan: “Lomas es el lugar con más trata de personas y Villalba es mencionado en la causa como un narcotraficante con veinte años de trayectoria. ¿Sin apoyo policial?”.
Excluir a Villalba del juicio podría haber tenido que ver con censurar la verdad detrás de las acusaciones. “Villalba le dijo a la fiscal y a otros detenidos que no conocía a Marcos”, aseguraron los abogados defensores.
A Bazán lo apoyan organismos de Derechos Humanos como APDH La Matanza, Innocence Project, el CELS, la organización Juntas y a la Izquierda, la antropóloga Rita Segato y Marta Dillon, quienes resaltan que el movimiento feminista busca sentencias correctas, con investigaciones serias. «
La polémica en torno al olfato del perro Bruno
“¿Es correcto que porque ladra un perro te condenan?”, se preguntan los amigos de Marcos Bazán. La sentencia le dio valor de verdad a la interpretación de Diego Tula, el entrenador del perro Bruno, utilizado en la investigación. Aunque no presentó videos completos del rastrillaje y que se llevó las muestras odoríficas de Anahí a su casa todo un día. Según expertos relevados por la defensa y el CELS, se deben usar tres canes, y aun así, sólo serviría como una prueba más. Un día después del hallazgo del cuerpo, se realizó el primer allanamiento a todas las casas de la reserva. Al día siguiente, volvieron con el perro Bruno a buscar olor de Anahí. La reserva tiene cinco entradas. El rastrillaje comenzó en la más cercana a la casa de Bazán, y no la más cercana a la de Anahí. La policía Andrea Miralles no había estado el día anterior. Sin embargo, le adelantó al entrenador con qué se encontrarían antes de saber a dónde los conduciría el perro. Cuando Tula dijo que el perro estaba marcando el olor de Anahí, un funcionario judicial ordenó la detención de Bazán.