Las familias que llevan a sus hijos e hijas a la escuela Tomás Santa Coloma, en Parque Chacabuco, casi no se cruzan con el nuevo director. Gustavo Albónico, repudiado por sus comentarios pro-dictadura, misóginos y violentos en redes sociales, asumió su cargo pese al rechazo de la comunidad educativa y desde entonces llega muy temprano a la mañana y se retira tarde, tras permanecer en la dirección. Madres y padres mantienen la preocupación por la falta de respuestas del Ministerio de Educación, que plantea que no puede hacer nada ante el nombramiento de este docente, desplazado previamente de otra escuela porteña por los mismos motivos. Este martes y tras haber llevado sus reclamos ante la Supervisión y la Dirección de Educación Primaria, las familias van a la cartera que conduce Soledad Acuña para entregar una carta con más de mil firmas que respaldan su pedido.
“No hemos tenido vínculo con él y por lo que sabemos de lo que dicen los chicos, chicas y docentes, no ha habido mucho. Pero él está en funciones, nunca dejó de ir a la escuela. Se presentó incluso antes de asumir formalmente en la supervisión”, señaló Mariana Bermejo, presidenta de la cooperadora escolar y mamá de un nene de quinto grado. El último fin de semana, luego de realizar un abrazo simbólico y una radio abierta, entre otras medidas que lograron visibilizar la protesta de la comunicad educativa de la Escuela 2 del Distrito 8 contra Albónico, las familias fueron convocadas a una reunión con la representante de Educación Primaria del Ministerio de Educación, Nancy Sorfo.
“Hubo reunión con dos representantes de la cooperadora y dos de familias que no fueran de la cooperadora: así fue pedido por la dirección del área. Nosotros dijimos que fueran de los gremios o docentes de la escuela, pero nos pidieron que fuera sólo así. Por lo que contaron los que fueron a representarnos, hubo una buena recepción, demostraron empatía con el reclamo, ‘sí que terrible, pero no podemos hacer nada’. Plantearon estrategias en la línea de la mediación y de mejorar un vínculo, buscar espacios de diálogo, hacer jornadas ESI y de derechos en la escuela. Esas instancias de capacitación son cosas que el Ministerio se tendría que haber ocupado de hacer con esta persona fuera de la escuela, no a costa de nuestros hijos”, planteó la presidenta de la cooperadora. “Estábamos esperanzados (con esa reunión), pero es como que te vengan a proponer una instancia de diálogo y mediación en un caso de violencia de género –comparó Bermejo, trabajadora social- A nosotros no nos hizo nada, pero dijo todo esto y no es que tuvo una actitud de ‘me equivoqué, no pienso esto’. No. Así no se puede”.
La mujer aclaró que “no se pretende que nadie quede sin trabajo, lejos está de nosotras esa postura. Pero la idea es que no esté en el cargo de director. Que haga tareas administrativas hasta tanto pueda hacer una reflexión real”. Ese reclamo para que sea desplazado del cargo será reforzado este martes con una carta entregada a la cartera de Acuña, con más de mil firmas de apoyo.
La discusión en torno a Albónico quedó opacada en los grandes medios detrás del caso de la docente de La Matanza que debatió efusivamente con un alumno sobre macrismo y peronismo. La mujer, filmada sin su consentimiento en un video que se viralizó, fue suspendida. Al ser consultado el domingo en Radio 10, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, se refirió a ambos hechos. Cuestionó sin matices el “adoctrinamiento” de la profesora. En cambio, sobre Albónico, dijo: “No tengo los detalles, algo escuché”. Y agregó: “Es gravísimo también. Cualquier adoctrinamiento político está mal dentro de un aula, sea del partido que sea. Si alguien hizo eso, está mal y la Ciudad lo sanciona”. Igual que el mensaje emitido desde la cartera de Acuña, apuntó que el posicionamiento de las y los docentes sólo se puede juzgar si sucede dentro del aula. En este caso, las bromas sobre violaciones a mujeres, los mensajes compartidos en favor del gatillo fácil y de la dictadura fueron a través de las redes sociales.
“Lo de la docente salió justo cuando estábamos con esto. Para mí no es lo mismo un tono más exaltado de un docente en un aula de un secundario que un director a cargo del diseño de una currícula de una primaria donde van chicos de los 6 a los 13 años. Me parece que esa es la diferencia. Y la estructura de valores, la ideología, el nombre que se le quiera poner, no es un sombrero que se pone y se saca. No es que en las redes pienso así y en la escuela pienso otra cosa. Me parece que eso es clarísimo”, sostuvo Bermejo. En un mensaje enviado por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, a la ministra Acuña advirtió que la designación de Albónico “es contraria a lo que dicta la Ley de Educación Nacional n° 26.206 y la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires”.
La secretaria general de Ademys, Mariana Scayola, también cuestionó la inacción del área de Educación porteña. “Tenemos un supervisor que ha sido sumariado por entregar en plena pandemia tarjetas de conectividad. Ahí sí actuó rápidamente el Ministerio de Educación, y dice que no puede hacer nada para separar a un fascista de la dirección de una escuela”, contrastó durante la radio abierta organizada por la comunidad educativa en Parque Chacabuco.
Bermejo advirtió que “hay mamás y papás que ya empezaron a decir ‘saco a mi hijo’, hay nenas a las que les duele la panza al entrar, familias que no los mandan. Esto nos va superando”. En una escuela pequeña, donde familias, estudiantes y docentes se conocen, el caso impactó con fuerza. Mientras se analizan otras medidas como una denuncia ante el Inadi –como presentó la escuela de Saavedra que en mayo rechazó la dirección del Albónico-. “Estamos preocupados, somos mamás y papás con nuestros laburos, le tenemos que poner el lomo a un montón de cosas de las cooperadoras, no tenemos filtros de aire, está la presencialidad completa con todo lo que eso implica y ahora nos pasa esto”, lamentó.