El rey de la pileta no pudo repetir en aguas abiertas, porque su rival no fue esta vez otro nadador sino otro rey, el de los océanos. En un duelo muy marketinero pero difícil de homologar en términos deportivos, el múltiple medallista olímpico Michael Phelps compitió contra un tiburón blanco. Y perdió.
La competencia sirvió para publicitar la Semana del Tiburón en la señal de cable global Discovery Channel. El nadador estadounidense y un enorme ejemplar de tiburón blanco se midieron en los 100 metros, y el animal lo aventajó por dos segundos.
Si bien las imágenes de la carrera son espectaculares, resultó decepcionante saber que en realidad no hubo tal competencia. Ni podía haberla, tratándose de un animal tan peligroso. Utilizando herramientas de simulación digital, la producción de Discovery grabó al tiburón haciendo el recorrido que luego hizo el propio Phelps, reuniendo ambas imágenes.
El récordman olímpico, que pudo ver los movimientos del escualo desde una jaula subacuática, utilizó en sus piernas una gran aleta dorsal que en teoría iba a emparejar las cosas, pero no le alcanzó. Más tarde se quejó por Twitter de la temperatura del agua y pidió revancha en aguas más cálidas.