El Ministerio de Salud de la Nación informó que hasta la semana epidemiológica que finalizó el 18 de febrero, se notificaron en el país 673 casos positivos para dengue: 587 no registran antecedentes de viaje.
Hasta el momento la circulación del virus transmitido por el mosquito se identificó en 6 jurisdicciones: Santa Fe (en 7 localidades), Salta (en 3 localidades), Tucumán (en 2 localidades), Jujuy, Córdoba y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). En cuanto al virus chikungunya, se registran hasta el momento 3 casos sin antecedentes de viaje en dos localidades de la provincia de Buenos Aires, y otros 132 casos importados o en investigación en 7 otras jurisdicciones.
Respecto de dengue, en las últimas tres semanas fueron confirmados 327 casos, con un promedio de 109 casos semanales. «Esto representa un 20 por ciento del promedio registrado durante las mismas semanas en 2020, año epidémico», sostuvieron.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito del género Aedes principalmente por Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona infectada por el dengue, el virus se replica en el mosquito y luego de 8 a 12 días se vuelve infectivo, transmitiendo el virus a través de la picadura a otras personas.
Los síntomas comienzan por lo general entre 5 y 7 días después de haber adquirido la infección (pero puede ser entre de 3 y hasta 14 días). Los síntomas más comunes son fiebre (que dura generalmente de 3 a 5 días), dolor de cabeza intenso, dolores musculares y articulares, dolor detrás de los ojos, pérdida del apetito, diarrea y erupción.
La fiebre chikungunya es una enfermedad viral, también transmitida por la picadura de mosquitos Aedes aegypti infectados. Los síntomas comienzan generalmente de 3 a 7 días después de la picadura del mosquito. El síntoma más común es una aparición repentina de fiebre mayor a 38°, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones. Otros síntomas que pueden aparecer son: dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y erupción cutánea. El fuerte dolor en las articulaciones por lo general dura unos pocos días, pero puede llegar a persistir durante meses, afectando la recuperación total y el regreso a las actividades cotidianas.
Con el aumento promedio de temperaturas el mosquito ha ido emigrando cada vez más hacia el sur, adaptándose a ambientes que en un primer momento le eran hostiles. Existen cuatro serotipos del dengue, lo que significa que es posible infectarse cuatro veces.
Desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) explicaron que si bien muchas infecciones solo provocan un cuadro leve, «ocasionalmente la enfermedad evoluciona hacia complicaciones que pueden ser mortales: en este caso se trata del dengue grave». Suele ocurrir cuando una persona se infecta con dos serotipos diferentes de dengue, por eso es muy importante que, ante consulta médica por síntomas, aclarar si ya se contrajo antes la enfermedad.
No hay tratamiento específico para el dengue ni el dengue grave. Desde la OPS aclaran igualmente que «la detección precoz del empeoramiento de la enfermedad asociada al dengue grave, y el acceso a atención médica adecuada, reduce las tasas de letalidad del dengue grave a menos del 1%».
Cómo prevenirlo
Desde el Ministerio de Salud explicaron que la principal forma de transmisión de estas enfermedades es por picaduras de mosquitos infectados, pero también puede transmitirse por transfusión de sangre o hemoderivados. «Aunque es poco común, las personas gestantes pueden transmitir al feto la infección».
Aquellas personas que ya se infectaron con dengue anteriormente, ante la presencia de síntomas es recomendable que realicen una consulta de manera temprana y refieran que tuvieron la enfermedad para que los equipos médicos puedan identificar la posibilidad de dengue grave y prestar los cuidados necesarios.
La medida más importante de prevención de dengue y chikungunya es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos: todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores.
Si los recipientes no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior (tapando tanques, aljibes y/o cisternas) o evitar que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores), vaciándolos y cepillando frecuentemente (portamacetas, bebederos), o poniéndolos al resguardo bajo techo (botellas retornables).
La fumigación está indicada solo en situación de brote y sirve para eliminar mosquitos adultos que están transmitiendo la enfermedad, pero no es suficiente para controlar la enfermedad si no se controlan los criaderos de nuevos mosquitos.