Es un emblema de la salud pública. Vive una crisis presupuestaria terminal por el ajuste del gobierno nacional. Y este domingo pudieron dar un salto en la difusión pública de su conflicto, ante el silencio de los grandes medios: el Garrahan llegó a River.
En la previa al partido del local contra Barracas Central, el equipo de salud del principal centro pediátrico del país dio la vuelta olímpica, ante el aplauso y saludos de los espectadores. «Tremenda emoción, gracias por el tremendo apoyo», manifestaron luego los y las profesionales en las redes.
Esos mismos trabajadores del Garrahan que recibieron 100% de aumento en el período agosto 2023-agosto 2024 ante una inflación del 263,64% según el INDEC. «Por los salarios «congelados» y ante tamaña inflación, médicos, médicas, enfermeras, radiólogos, bioquímicos se van del hospital por no poder pagar en sus hogares el alquiler, la luz, el agua, el gas, alimentos, transporte», denunciaron.
En los últimos 9 meses perdió la misma cantidad de trabajadores calificados que en los últimos 10 años, en su mayoría provenientes de la educación pública y luego con 10 o 15 años de capacitación en el Garrahan. Hoy se van a la salud privada o al exterior, según datos dados por la misma cúpula del hospital, que es nombrada por cada gobierno «de turno».
La importancia del Garrahan
El Garrahan dependía 50% de Nación y 50% de Ciudad de Buenos Aires, pero en 2017 Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta pactaron que pase a ser 80% Nación y 20% CABA, como sigue siendo hasta hoy.
El equipo de salud del Garrahan pide a la comunidad el apoyo, «porque el hospital se está vaciando a toda velocidad en los últimos 9 meses». Necesitan para detener esto «más de 100% de aumento ante lo perdido, salario inicial igual a la canasta básica de 1.500.000 pesos; fin del impuesto al salario; aumento de las guardias (se cobran 3 veces menos que un privado). Los salarios comienzan en 500 mil mantenimiento, 700 mil enfermería y médicos residentes, 900 mil médicos con especialización».
El Garrahan atiende por año 600 mil consultas, realiza 10 mil cirugías de altísima complejidad, el 50% de los trasplantes pediátricos del país y el 40% de la atención de cáncer en pediatría. Las y los pacientes son niñas, niños y adolescentes de bajos recursos, y ahora se suman familias que han debido dejar de pagar sus prepagas y que los padres perdieron el trabajo y la obra social.
Paros y negativas del gobierno
Además, debido al prestigio internacional de sus trabajadores, científicos, capacitación, enfermería altamente calificada, el Garrahan tiene fondos propios, porque muchas familias con prepagas u obras sociales eligen el Garrahan antes que un privado, por lo que el hospital, mediante la Ley SAMIC, factura a la cobertura privada de salud esas prestaciones.
Por ello recientemente la cúpula del hospital (designada por el Gobierno) dio a las y los trabajadores un bono de 500 mil pesos por única vez para palear la crisis, pero el nuevo ministro de Salud nacional Mario Lugones descabezó ese Consejo de Administración. «Puso otro, debido a que consideró que no fue una decisión en línea con la política de «no hay plata» del Gobierno del presidente Javier Milei, aunque esos fondos no hayan salido del erario público sino del trabajo del equipo de salud del Garrahan», advirtieron.
Y concluyeron: «Ante estas injusticias y el peligro de que el Garrahan vaya camino a desaparecer ‘por goteo’ si sigue en este camino, sus trabajadores y trabajadoras piden el apoyo de la sociedad a este plan de lucha comenzado en el Mes de las Infancias, en agosto, con abrazos al hospital».
Mientras siguen sin ser recibidos ni por el anterior ministro Mario Russo ni el actual Mario Lugones, el equipo de salud ya realizó siete jornadas de paro en unidad de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) del Hospital Garrahan, Autoconvocados Garrahan y la Junta Interna de ATE Garrahan, siempre con atención de pacientes internados y urgencias por Guardia.