Según un estudio realizado por el Departamento de Geología de la Universidad Nacional del Sur hay presencia de asbesto en algunas autopartes de los vagones comprados al Metro de Madrid en 2011 y en otros materiales relacionados con los subtes. El análisis, a cargo de la doctora Leticia Lescano, docente e investigadora de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires, quien realizó su doctorado sobre contaminación ambiental con asbestos, determinó que hay contaminación en las formaciones Nagoya 300 de la Línea C, en las formaciones Mitshubishi de la B y también en la E.
El absesto es un material termo-eléctrico resistente que ante exposición prolongada puede provocar cáncer con una alta tasa de mortalidad. En la Argentina, está prohibido desde el año 2000, a través de las Resoluciones N°845 y N° 823, del 2001. El trabajo se da a conocer en un contexto de tensión entre los trabajadores del subte, luego de haber sido reprimidos la semana pasada mientras hacían uso de su derecho a huelga. La semana pasada, además, un trabajador murió de cáncer posiblemente relacionado con la exposición de asbesto y se han reportado otros cinco casos de esa enfermedad.
La mayor parte de estos vagones han sido retirados del servicio, aunque la existencia de asbesto no representaría peligro para los pasajeros de los subtes pero sí para los trabajadores que manipulan los componentes y las partes. El asbesto, también llamado amianto, está conformado por un un grupo de minerales metamórficos fibrosos, que debido a su bajo costo se utilizado en materiales de construcción y aplicaciones industriales por sus propiedades aislantes y de resistencia al calor. Según detalló Lescano, el estudio contó con más de 50 muestras en diferentes flotas.