El 2 de noviembre, el Arzobispado de Salta anunció el nombramiento del vicario judicial Loyola Pinto y de Sancristóval y del cura Héctor Fernando Campero como exorcistas. “El Demonio, sigue empeñado en alejar a las almas de Dios invitándolas, a través de la tentación, a pecar. Por eso podemos afirmar que ese es el peor de los males, y causa de tantos otros. A esto se lo suele denominar, ‘acción ordinaria del demonio’”, reza el comunicado que tiene la firma del arzobispo, Mario Antonio Cargnello. Y prosigue: “el Demonio puede actuar de forma extraordinaria a través de la infección de lugares, la vejación a personas y la más extrema, que es la posesión”.
De este modo, mediante “el ministerio del exorcista”, se tendrá el poder de expulsar los demonios de una persona poseída. El anuncio incluye una expresa reserva y discreción en todo lo relacionado a este servicio
Exorcismos selectivos
La noticia generó revuelo en la opinión pública y en los medios de comunicación. El periodista, docente en la Universidad Católica de Salta y bachiller en teología, Andrés Gauffin, dijo a Salta 12 que el ritual del exorcismo, “no solo tiene una larga tradición dentro de la Iglesia Católica, sino que está incorporado en el derecho canónico”.
Mencionó que hubo un pronunciamiento de Joseph Aloisius Ratzinger (quien luego se convirtió en el Papa Benedicto XVI) en el que decía que por el derecho canónico los obispos tienen la función de nombrar a las personas que van a exorcizar. Esto último es lo que hizo Cargnello, ya que “no puede exorcizar cualquiera”.
Por otra parte, Gauffin recordó que en la historia del catolicismo “las personas poseídas son en general mujeres, es lo que más conocemos, a pesar de que en la Biblia se relatan casos de varones poseídos”. También hizo notar que “los exorcizadores son varones” y “no nombran mujeres, por lo general” pese a que “no es algo que el derecho canónico prohíba”.
De hecho, según publicó el diario El Tribuno, el comunicado del Arzobispado de Salta se debió a que el viernes de la semana pasada dos mujeres presenciaron un exorcismo de Loyola Pinto y Sancristóval a otra mujer.
En este sentido, Gauffin recordó que históricamente las mujeres fueron perseguidas por la Iglesia Católica, como en el caso de las brujas, “una figura muy cercana a la poseída por el diablo”. Al respecto, si el diablo “es como la personificación del mal”, en la poseída “el mal se personifica en una mujer, en una persona”, sostuvo.
Asimismo, recordó que el teólogo brasileño y franciscano Leonardo Boff, uno de los iniciadores de la teoría de la liberación, planteaba que “sí existe el mal pero no está personificado en una persona, existe pero está en la estructura social, económica y política, que deshumaniza a la gente”.
Por otra parte, la docente e investigadora de la Universidad Católica de Salta, Alejandra Cebrelli sostuvo a Salta 12 que estas prácticas tienen sentido dentro de la propia cosmovisión y dentro de la misma creencia.
“Si está pasado de moda o no, no lo sé. También puede estar pasado de moda el culto a la Pachamama, porque es arcaico el hecho de sahumar el primero de agosto y, sin embargo, todos lo hacemos. Me parece muy duro juzgar a la Iglesia porque haya designado a dos sacerdotes y para la religión católica esos sacerdotes tienen que estar acompañados de un médico”, afirmó.
Los demonios de la violencia de género
En Salta hay denuncias por abuso sexual eclesiástico y las víctimas señalan la falta de acompañamiento de la Iglesia. Cabe recordar, inclusom, que tanto el arzobispo Mario Antonio Cargnello como el vicario Loyola Pinto y de Sancristóval enfrentan acciones judiciales por violencia de género en perjuicio de religiosas de clausura del Monasterio San Bernardo de Carmelitas Descalzas y se mantiene sobre ellos medidas de restricción. Además, Loyola Pinto y de Sancristóval es juez único del Tribunal Eclesiástico con sede en Salta, entre sus roles está recibir las denuncias canónicas, realizar investigaciones y remitir las conclusiones a la Santa Sede.
Gauffin recordó el caso de Juan Carlos García, quien denunció al cura Emilio Lamas por abusar de él cuando era un niño. Aunque se le retiró el estado clerical al sacerdote, la Corte de Justicia de Salta declaró prescripta la causa penal. También la de otra denunciante, Carla Morales Ríos, que acusó al cura por el mismo delito.
Salud mental y exorcismo
Históricamente, se solía requerir los servicios exorcistas para las personas con patologías de salud mental. Al respecto, Fernando Acuña, gerente del Hospital de Salud Mental Miguel Ragone de Salta, aseguró al sitio Cuarto que antes que buscar a un exorcista, mejor consultar con un profesional.
Mencionó que si bien respeta las manifestaciones culturales y creencias religiosas, enfermedades como la psicosis y la esquizofrenia, asimiladas comúnmente a la posesión demoníaca, no deben tomarse a la ligera y recomendó recurrir a un profesional. “Cuando una tiene el brote, no para hasta que se lo medica”, expresó.