Tras la brutal represión que viene sufriendo el pueblo chileno, carabineros y militares que responden al presidente Sebastián Piñera: han protagonizado más de un centenar de crímenes sexuales. Tiempo Argentino dialogó con Raquel Hermida Leyenda, abogada penalista y criminóloga especializada en delitos contra la integridad sexual.
“Desde la eternidad este accionar está asociado al poder. Tal como lo ejercieron los militares argentinos, hoy los están haciendo los chilenos. Es una conducta que está ligada al poder y la han normalizado como una manera de apoderarse y poseer al otro”, explica Leyenda.
Y continúa: “las fuerzas de seguridad son organizaciones integradas por seres capaces de seguir reglas, acatar órdenes y enlistarse en eventos sin discernir entre lo legítimo e ilegítimo del hecho. No todos podemos hacerlo, el estado de sumisión requerido no es patrimonio de todas las personalidades humanas. Por eso todos sus miembros deben cumplir con ciertas características a la hora de ser evaluados física y psíquicamente”.
Cabe destacar que en las últimas semanas se han realizado varias conferencias de prensa denunciando graves violaciones a los Derechos Humanos y haciendo hincapié en los de carácter sexual cometidos en perjuicio de mujeres, varones y disidencias. De las cuales participaron organizaciones políticas y feministas que acompañan a personas chilenas que permanecen en Argentina. Expresaron que lo hacen porque hay complicidad entre el ejército y los medios de comunicación de ese país. También denuncian desapariciones forzadas de personas y más de treinta asesinatos cometidos por las fuerzas.
“El abuso sexual, agravado, como lo entiende nuestra legislación y la de los países limítrofes, es la manifestación íntima de ese poder. El exceso, la parte más oscura de algunos seres humanos que se desborda de ese cumplimiento de órdenes acatadas”, asegura Leyenda.
“Esta conducta no obedece necesariamente a la perversión como estructura mental, sino a la íntima relación entre el ejecutor y su presa. La necesidad del poder. Ese permiso cultural donde todo se puede y los límites no existen. No todos cometen esos crímenes, sino aquellos que pierden el control de sus impulsos más perversos”, detalla la experta.
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La brutal represión que padecen los chilenos es una clara violación a la Convención Americana y todos los Tratados Internacionales sobre los Derechos Humanos. A lo largo de su reflexión, Hermida Leyenda, deja al descubierto que esto vienen sufriendo los pueblos de todo el mundo a lo largo de la historia. Existe un efecto de repetición.
“Me vienen a la memoria las leyes raciales de la ciudad alemana de Nüremberg, y la Ley de protección de la salud hereditaria del pueblo alemán, que no pudieron controlar ni amedrentar a los abusadores del ejército nazi. Las Fuerzas Especiales chilenas, carabineros y militares, sobre todo en situaciones de detenciones han cometido más de un centenar de crímenes sexuales que hoy ya tienen acciones judiciales denunciadas por organismos de Derechos Humanos y Feministas”, asevera Leyenda.
Desde el 12 octubre que se realizó la protesta por el alza del pasaje del transporte público, las mujeres chilenas empezaron a denunciar de forma internacional detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas de personas, torturas y violaciones con acceso carnal. No solo en perjuicio de la población femenina, sino también de varones que salieron a manifestarse a las calles. Aseguraron haber sido llevados a centros de detenciones, donde los golpearon y les introdujeron bastones en el ano.
“Hay que analizar el abuso sexual como instrumento íntimo del poder. Son los actos más crueles para adiestrar el dominio, penetrando íntimamente en los cuerpos de quiénes pretendieron decirle no al poder: el pueblo”, concluye la experta.