La crisis habitacional por la que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires va más allá de la falta de viviendas sociales que la gestión PRO se negó a construir en los últimos 16 años de gobierno. La ausencia del Estado se refleja en todos los órdenes y afecta a miles de personas que carecen de techo y duermen a la intemperie. Un informe realizado por la Defensoría de la Ciudad de Buenos Aires y publicado en las últimas horas, analizó los programas de Apoyo habitacional y Apoyo para personas en situación de vulnerabilidad habitacional, ambos dependientes del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat del GCBA. En el documento, resaltan algunas cuestiones relacionadas con el objeto de estudio, especialmente la restricción de ofertas de viviendas y el rol del Gobierno de la Ciudad. Entre varias falencias edilicias encontradas en hoteles y pensiones, el informe asegura que el 45% de los establecimientos relevados presentan hacinamiento; 9 de 10 hoteles porteños no cuentan con accesibilidad para personas con discapacidad y el 35% nunca recibieron a personas travestis o trans.
El relevamiento se realizó en 91 hoteles residenciales de la CABA entre los meses de noviembre de 2022 y julio de 2023. Casi la totalidad de los establecimientos relevados son identificados como hoteles, mientras que solamente 2 son pensiones. El informe destaca que más de la mitad de los hoteles relevados corresponden a la Comuna 1, los barrios de Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat y Constitución. Una cuarta parte de los hoteles corresponden a la Comuna 3, que comprende los barrios de Balvanera y San Cristóbal.
Si bien relevaron muchas problemáticas que denotan de la falta de mantenimiento y problemas edilicios, el informe dedicó un lugar preponderante a las situaciones de hacinamiento que se viven en esos lugares. “En cuanto a la capacidad total, esto es, la cantidad máxima de personas que permite alojar el establecimiento, la misma varía de acuerdo con el tipo de uso de las habitaciones: privadas o compartidas”, subraya el documento. Si bien la gran mayoría de los encargados consultados manifestaron que las habitaciones eran privadas, “el promedio de personas por establecimiento asciende a 58, duplicando el promedio de piezas, por lo que se presume que la mayoría de las habitaciones son dobles. Considerando la dispersión de tamaños, la mediana de la capacidad se ubica en 43”. Analizando la cantidad total de personas por habitación, “observamos que un 45% de los establecimientos relevados presentan hacinamiento. Cerca del 20% de los hoteles relevados exhiben niveles de hacinamiento crítico, esto es, 3 o más personas por pieza”.
Muchos de quienes asisten a estos hoteles o pensiones, son familias o personas en situación de calle, que fueron desalojadas, o echadas de los lugares que alquilaban. Esas personas reciben una ayuda económica por parte del ejecutivo porteño que, en el marco de la situación inflacionaria, resulta escasa.
Según datos oficiales, brindados por la Dirección General de Contaduría, la Ciudad asiste con subsidios habitacionales a 10.885 familias en situación de vulnerabilidad habitacional con la finalidad de mitigar la emergencia habitacional en la que se encuentran. Este “apoyo económico” consiste en una suma económica que puede ser abonada en hasta 12 cuotas mensuales y consecutivas, con posibilidad de renovar esta asistencia por única vez. La normativa contempla el pago en su totalidad en 1 única cuota en los casos en que la persona beneficiaria, al momento de ingreso al Programa a personas en situación de vulnerabilidad habitacional, acredite fehacientemente la posibilidad de obtener una solución habitacional estable. Actualmente, de acuerdo a lo estipulado en el Decreto 155/2023, BOCBA 6625 del 19/05/2023, la suma total que contempla el Programa es $600.000, con un tope mensual de $50.000.
Uno de los puntos centrales del relevamiento, consistió en consultar sobre la aceptación, por parte de hoteles y pensiones porteñas, de personas beneficiarias del Programa de Apoyo para personas en situación de vulnerabilidad habitacional. “En ese caso, un 82% indicó que sí los aceptan entre sus alojados. Por su parte, en referencia a la aceptación de beneficiarios del Programa de Apoyo habitacional, el 37% refirió que sí los aceptan, mientras que el 36% manifestó que no aceptan el ingreso de personas “hoteladas”, y el 27% de los consultados señalaron que no sabían sobre la existencia del programa, o bien no quisieron brindar información relacionada con el mismo”.
Personas con discapacidad
En términos de accesibilidad, “la gran mayoría de los establecimientos son sumamente deficientes en este aspecto”, revela el informe: “Casi 9 de cada 10 hoteles no son accesibles para personas con discapacidad. La accesibilidad en habitaciones también resulta muy desfavorable, dado que un 84% de los establecimientos indica que no cuenta con ninguna habitación accesible para personas con discapacidad. Asimismo, si se consulta por la presencia de al menos un baño accesible para personas con discapacidad, los casos ascienden al 87%”.
Se consultó sobre la aceptación de personas travestis o trans en el establecimiento. En particular, se preguntó si en ese momento tenían o habían tenido alguna vez alojadas personas trans o travesti. Un 60% indicó que sí, mientras que un 35% indicó que no, los demás no sabían o no contestaron.
De quién dependen los programas habitacionales
La Dirección General de Atención Integral Inmediata, dependiente de la Secretaría de Inclusión Social del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, es la autoridad de aplicación de los Programas Apoyo habitacional y Apoyo a personas en situación de vulnerabilidad habitacional. También es la encargada de atender y dar respuesta a situaciones de emergencia habitacional a través del Programa Buenos Aires Presente (BAP). El Programa está destinado exclusivamente a familias o personas solas en situación de calle efectiva y comprobable, entendiéndose por tal a aquellas que se encuentren en forma transitoria sin vivienda por causa de desalojo judicial, desocupación administrativa, incendio, derrumbe y/o catástrofes naturales.