A medida que el extractivismo avanza sobre los territorios y los recursos naturales, las comunidades afectadas van tejiendo lazos con el fin de visibilizar la problemática ambiental y aportar a la toma de conciencia ciudadana. Con ese fin nació la Red Nacional de Docentes por los Humedales, heredera del grupo que lucha contra las fumigaciones en las escuelas rurales: la Red Federal de Docentes por la Vida.
El epicentro fue el Litoral, donde los humedales del Delta vienen sufriendo los incendios sistemáticos que hasta hoy carecen de culpables por la justicia. “Esto surgió a fines de agosto del año pasado. Mis alumnos de tercer grado habían trabajado con carteles y plasmando a partir de frases y dibujos la cuestión ambiental y de las quemas, y me pareció que debíamos salir del aula y mostrarlo”, cuenta Marcela Natali, docente de la escuela Ovidio Lagos, del barrio La Florida en Santa Fe.
Los chicos –alumnos de ocho años– habían hecho una muestra en repudio a los fuegos. A Marcela se le ocurrió que el trabajo debía servir para algo más que quedar expuesto en las paredes del aula. «Justo veníamos organizando una acción plurinacional por los humedales con grupos y colectivos de toda América Latina y me encontré con Lorena, docente que trabaja como supervisora de escuelas primarias. Surgió armar la Red Nacional de Docentes por los Humedales con el fin de concientizar no solo a los alumnos sino también a los docentes. Visibilizar el deterioro que están sufriendo y entender que son fuente de vida”, enfatiza Natali.
Ella integra la Multisectorial Humedales y participa de un grupo de WhatsApp sobre la Ley de Humedales. Allí tiró la idea y enseguida tuvo respuesta de otra docente de Ramallo que venía pensando una propuesta similar. Crearon un nuevo grupo que a los dos días ya contaba con 400 docentes de todo el país. La Red se propone federal, con discusiones que sean extensivas a las problemáticas de cada territorio.
“Cuando se sumaron 400 docentes entendimos que la necesidad estaba –señala Natali–. Proponemos el aporte para la toma de conciencia desde todos los niveles, no sólo primario, sino también secundario, terciario y universitario y desde la educación formal y la informal: hay bibliotecas, centros barriales, reservas que organizan paseos a la isla; queremos llegar a cada uno de esos espacios y disputar el sentido de la educación ambiental, más allá del espacio del aula. La pregunta es también qué hacemos nosotros como ciudadanos comunes. Los niños desde su lugar, las escuelas, los institutos. Los chicos tienen mucho para enseñarnos a partir de su creatividad”.
Junto a una multitud harta de la devastación provocada por las quemas indiscriminadas, los dibujos de los alumnos de Marcela desfilaron en el corte y acampe del puente Rosario–Victoria, en septiembre de 2022. Ese día se había instalado un gazebo para que cada niño se manifestara con lo que había hecho. Llevaban carteles, muñecos y caretas.
«Un chiquito que iba sobre los hombros del papá, viendo los incendios dijo, ‘¿ves ese fuego? Ese fuego lo está haciendo el señor Baggio’. Fue gracioso porque lo dijo fuerte. Quienes están destruyendo los humedales tienen nombre y apellido, los chicos van escuchando y aprendiendo”, relata Natali.
La Red está integrada por docentes que mayoritariamente viven en Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos, pero también hay profesores y maestros de Neuquén, Río Negro y Corrientes. Armaron un Drive donde comparten la información relativa a las leyes, los trabajos pedagógicos y el aporte desde los distintos espacios que se van sumando.
“La idea es que podamos ser más los miembros activos y que se sumen los docentes que quieran estar en la Red, que se involucren desde todas las provincias –concluye–. Tenemos que entender que sin el ambiente no somos, no existimos, debemos abarcar todos los flancos para que la conciencia se nos meta en el cuerpo”. «
Avanzada inmobiliaria en El Pescado
El año comenzó en La Plata con una nueva avanzada inmobiliaria para urbanizar la zona del arroyo-humedal El Pescado, única fuente de agua no contaminada de la región. Es Área de Valor Patrimonial por la Ordenanza 12.079 de 2021, que busca prohibir las construcciones en la zona. También la Provincia la declaró Paisaje Protegido de Interés Provincial que exige autorización municipal para cualquier intervención y una evaluación de impacto ambiental que dé cuenta que no se modificará la fauna, la flora ni el paisaje.
«El arroyo es un humedal importantísimo que no está contaminado pero hay una voracidad de espacio, de tierra, de proyectos inmobiliarios como nunca antes sucedió”, señala Julio Ariel Milat, a cargo de Educación Ambiental y Patrimonio Natural del Municipio de Berisso. A fines de marzo, la justicia dictó una cautelar que ordenó al gobierno platense suspender “las construcciones de obras particulares, producción, movimiento de tierras, apertura de calles y cualquier otra acción que comprometa el humedal Arroyo El Pescado».