Desde muy tempano del jueves, los alrededores de la Legislatura porteña estuvieron cerrados al paso. Las vallas, nuevamente, evidenciaron que el oficialismo porteño iba a votar algo que afectará a la mayoría de vecinas y vecinos de la Ciudad, en especial a los sectores más postergados del distrito. En este caso, el presupuesto para el próximo año con importantes recortes en Salud, Vivienda y Educación. Cerca de las 11 de la mañana, los gremios docentes mayoritarios volvieron a movilizar a las puertas de la legislatura, en el marco de un paro total de actividades en todas las escuelas porteñas, con un acatamiento que superó el 80 por ciento de adhesión.
El objetivo de la jornada de protesta era rechazar la sanción del presupuesto 2023. Ademys, UTE-CTERA y SADOP, coincidieron que el ejecutivo local bajó la inversión educativa en los últimos 15 años, y que en este 2023 el sector tendrá el presupuesto más bajó de toda su historia.
“Este ya es el quinto paro de docentes en dos meses, que le ha dicho no a la jornada laboral los días sábados. Lo hicimos frente a un gobierno que no deja de atacar a la docencia, pero esta vez le arrancamos un triunfo, esta vez tuvieron que mostrar las fotos de las aulas vacías”, celebra la secretaria general de la asociación docente Ademys, Mariana Scayola, arriba del escenario armado por la docencia, instalado de espaldas al controvertido monumento al ex Presidente Roca.
La líder sindical destacó que la ministra Soledad Acuña miente cuando dice estar preocupada por la educación, y que esa mentira se refleja en muchos aspectos, sobre todo en el ajuste sistemático a la inversión en el sector. “Esta ministra y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, están votando un presupuesto de ajuste en la educación, que no es el presupuesto que necesitamos en las escuelas, ni para el aumento salarial que necesitamos, ni para aumentar los recursos, ni para que las escuelas dejen de estar llenas de ratas. Pero también, este presupuesto viene con un fuerte ajuste y recorte en salud y vivienda”, señala y remata: “apostamos a poder tener una instancia de coordinación, qué importante sería tener una marcha blanca de docentes, de médicos, de residentes, de enfermeras de la Ciudad de Buenos Aires”.
La jornada incluyó una radio abierta de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación UTE-CTERA, donde dialogaron estudiantes, docentes y referentes educativos de distintos espacios. Contó con la presencia de docentes curriculares y culturales, uno de los sectores más precarizados de la educación y, además, con el acompañamientos de dos referentes de médicos residentes y concurrentes que, al mismo tiempo, se manifestaban en las puertas de la oficina del ministro de Salud Fernán Quirós. Los docentes recibieron el apoyo de legisladoras y legisladores del Frente de Todos (FdT) y del Frente de Izquierda: Maru Bielli y la diputada porteña Laura Velasco (FdT) y Mercedes de Mendieta y Amanda Martin (FIT).
El cierre del acto estuvo a cargo de la secretaria general de UTE, Angélica Graciano que destacó una nueva jornada de paro y movilización con la docencia unida, “en contra de las políticas de ajuste en educación”. La titular del gremio docente mayoritario manifestó que “una vez más Larreta se pone de espaldas a la comunidad y se pone de frente con todos los que hacen negocios con las políticas públicas y decide bajar el presupuesto en áreas que garantizan derechos”, exclama.
“A los reclamos de hoy se sumó el intentó de sumarias y sancionar a Julio Pasquarelli, el vicerrector del Mariano Acosta. Esto es un hecho gravísimo porque él descubrió que durante la toma de la escuela se metió una persona de una empresa que trabaja para la Ciudad para cortarle la luz a los estudiantes”, agrega Graciano y termina: “de esta manera se va Rodríguez Larreta de la jefatura de gobierno, repudiado por la comunidad educativa, porque él se va y quiere dejar aquí todas sus políticas de ajuste”.