Un joven fue detenido esta tarde como sospechoso de haber participado en el crimen del chofer Daniel Barrientos, asesinado este lunes a la madrugada de un disparo en el pecho durante un asalto cuando conducía un colectivo de la línea 620 en la localidad bonaerense de Virrey del Pino, por lo que ya son dos los apresados por el hecho. Al mismo tiempo que familiares de la víctima de la víctima despidieron los restos del colectivero, rechazaron la hipótesis de un crimen vinculado a la política e insistieron en que fue por «inseguridad».
Fuentes policiales y judiciales confirmaron a Télam que el nuevo detenido fue identificado como Gabriel Alejandro Barone, de 24 años, quien fue apresado durante un allanamiento realizado por personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza en una vivienda en Ascasubi y Valentín Gómez, en la localidad bonaerense de Gregorio de Laferrere.
La sospecha de los investigadores es que este hombre participó de manera directa en el crimen del colectivero y que es familiar de Alex Gabriel Barone, de 19, el primer detenido por el hecho, quien ayer por la tarde fue reconocido por una testigo en una rueda de presos como uno de los delincuentes que subieron a robar al transporte que conducía Barrientos.
Sin embargo, familiares de los dos detenidos desmintieron que tuvieran parentesco entre sí y en ambos casos coinciden en que son inocentes y que no tienen ningún tipo de relación con el crimen del colectivero.
De todas formas, ambos detenidos quedaron a disposición del fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza Gastón Duplaa, quien esta tarde se aprestaba a indagar a Alex Barone por el homicidio de Barrientos, de 55.
Emotiva despedida
Cerca de las 14, los restos del colectivero fueron inhumados en el Cementerio «Campo Santo» de González Catán, donde se concentró casi un centenar de familiares, amigos y compañeros de trabajo que expresaron muestras de profundo dolor.
El cortejo fúnebre partió a las 13.30 desde la casa velatoria «Nuestra Señora del Valle», ubicada en el kilómetro 20 de la ruta 3, de Gregorio de Laferrere, donde los restos de Barrientos fueron velados desde ayer a las 20.
Por otra parte, el abogado de la familia del chofer, Alfonso Franze, negó que el crimen haya tenido connotaciones políticas y aseguró que fue una situación cotidiana de «inseguridad», por la que hay un detenido que durante esta jornada será indagado y un prófugo, al que los investigadores tratan de localizar.
«No fue un hecho político (…) no tiene una circunstancia rara. Esto es lo que sucede todos los días en La Matanza. Hay una cuestión de inseguridad de la que somos víctimas diariamente. Nuestros barrios están al desamparo. Esto ocurre todos los días en distintas circunstancias. Se trató de un hecho criminal y tiene que ir en ese sentido la investigación», dijo el abogado Franze, en declaraciones que realizó a la prensa desde la puerta de la fiscalía de La Matanza, que coincidieron con las brindadas poco antes por la hija de la víctima, Daniela Barrientos.
El letrado informó que se reunió con el fiscal Duplaa para interiorizarse de la investigación. Voceros judiciales, confirmaron que el primer detenido por el caso, quien tiene antecedentes por robo agravado en 2019, fue atrapado ayer poco después del crimen y quedó vinculado a la causa por los dichos de uno de los testigos que viajaban en el colectivo, que lo identificó en una rueda de reconocimiento.
Al respecto, Franze dijo que fue una mujer quien «hace el reconocimiento positivo, dice que esa fue la persona que le retiró sus pertenencias en el colectivo».
El abogado precisó además cómo fue detenido Barone: «Unos policías se cruzaron en el camino de la ruta 3 con un Chevrolet Corsa gris y esta persona les pareció sospechosa. Como tenía un problema en la patente, se realiza la investigación y se lo detiene a posteriori».
Sobre otros eventuales partícipes del crimen de Barrientos, el letrado dijo que se busca a «un prófugo» y que no consta en la causa que haya habido más involucrados, aunque se aguardan más testimonios para avanzar en la pesquisa.
«Solo declararon tres de los nueve testigos» que iban en el colectivo, añadió el abogado, y luego admitió que «no se puede decir que Barone esté completamente vinculado a la causa hasta que haya más elementos».
En ese sentido, el representante legal de la familia Barrientos remarcó que no consta en la causa la existencia de otros delincuentes en un auto de apoyo y reiteró que el hecho «no tiene una circunstancia rara», tal como lo sugirió el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien en declaraciones a la prensa realizadas a raíz del ataque a golpes que sufrió ayer por parte de compañeros de la víctima durante una protesta, mencionó que el caso le resulta «llamativo», ya que «los patrones no coinciden con un asalto típico a una línea de colectivo».
No obstante, Franze dijo estar «tranquilo» con la actual investigación del fiscal Duplaa, y aportó algunos datos de la pesquisa, entre ellos que se aguarda un peritaje entre al arma calibre 40 que se habría utilizado en el hecho y que fue encontrada en la zona aledaña a la escena del crimen con un proyectil secuestrado en el colectivo.
«La pistola que se encontró es un arma cara y poderosa. Es un calibre 40. En esta investigación hay un plomo que en principio atravesó a Barrientos y pegó en el colectivo. Esto va a llevar a una pericia para ver si ese plomo salió del arma homicida. Entiendo que se tomaron huellas pero que todavía no arrojaron resultados. La investigación está en manos de una fiscalía que tiene mucha experiencia en esto», dijo.
El crimen ocurrió ayer pasadas las 4.30 cuando dos delincuentes abordaron el colectivo en la parada ubicada en el cruce de las calles Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza.
Bajo amenazas con armas, los ladrones le robaron la mochila con pertenencias a una mujer que iba sentada adelante con su hija discapacitada y luego dispararon contra el chofer a pesar de que no ofreció resistencia.
Entre los pasajeros había un efectivo de la Policía de la Ciudad que les dio la voz de alto y se tiroteó con los asaltantes, aunque no logró evitar que huyeran.
Barrientos murió en el lugar, mientras que los peritos que trabajaron en la escena hallaron una vaina servida en el panel al lado del chofer y un plomo deformado, como así también ocho vainas servidas calibre 9 milímetros en el suelo del colectivo y otras seis abajo de la unidad a la altura de la puerta.
También se halló en la zona un Fiat Siena quemado que se investiga si fue empleado por delincuentes que pudieron haber actuado de apoyo en el asalto.
Luego del crimen, choferes de 86 líneas de colectivos de la zona oeste del conurbano, convocados por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), iniciaron una medida de fuerza y realizaron cortes en reclamo de seguridad sobre la ruta 3 y la avenida General Paz, a la altura de Lomas del Mirador.
Fue allí donde el ministro Berni fue agredido por los choferes cuando se acercó para dialogar con ellos e informarles que había un detenido.
El funcionario provincial recibió como respuesta insultos, pedradas y golpes de puño, por lo que debió ser retirado del lugar por personal de Infantería de la Policía de la Ciudad y asistido en el Hospital Churruca por una fractura de cráneo y hundimiento de la órbita ocular.