El hecho sucedió en el barrio porteño de Villa Saldati: Maximiliano Ayala, de 19 años, fue asesinado de un tiro en la cabeza. por un oficial de la Policía Federal. Según la versión oficial, el joven intentó robarle el auto. Sin embargo, la familia de la víctima denunció que se trató de un caso de «gatillo fácil», y aducen que el efectivo le disparó por la espalda tras una discusión de tránsito.
El hecho sucedió el viernes alrededor de la una y media de la tarde en el cruce de Lacarra y avenida Fernández de la Cruz. Dos jóvenes que iban en moto interceptaron un auto Volkswagen Gol Trend con fines de robo, según comunicó la Federal. En ese vehículo circulaba un policía de civil que dio la voz de «alto», por lo que los presuntos delincuentes intentaron escapar. Sin embargo, testigos indicaron que el funcionario violó el protocolo de procedimiento y le disparó por la espalda a Maximiliano. El muchacho fue trasladado de urgencia al Hospital Santojanni, donde los médicos le diagnosticaron muerte cerebral y falleció poco después.
«Era padre de una bebé de tres meses. Lo mínimo que queremos es justicia porque es un pibe más que se va por el gatillo fácil», dijo Belén, pareja del joven asesinado. Según la chica, su novio y un amigo fueron a cargar nafta a la estación de servicio en una moto y cuando estaban regresando a su casa, apareció el efectivo, cuya identidad no fue dada a conocer.
Esa esquina corresponde a la jurisdicción de la comisaría 36 de la Federal, pero como el implicado es integrante de esa fuerza, fue personal de Gendarmería Nacional el que realizó los peritajes correspondientes.
El hermano de la víctima también dio su versión: «Los vecinos dicen que fue una pequeña discusión y, cuando intentó subir a la moto, el hombre le pega un balazo por la espalda. No se presentó como Policía. El intercambio de palabras se originó por un problema de tránsito.»
La versión del agente de la Federal fue muy diferente. Luego del disparo, un grupo de vecinos se acercó al lugar y en el tumulto uno de ellos me sacó el arma de la mano, fue el descargo.