Este lunes, miles de docentes porteños nucleados en el sindicato Ademys, realizaron un paro por 24 horas, ante la exigua propuesta de aumento salarial brindada por la cartera que conduce Soledad Acuña. La medida de fuerza, llega tras el ofrecimiento del 60% de aumento que se verá reflejado recién en diciembre de este año. Las y los docentes reclaman un incremento del 100% por cargo, un salario que iguale a la canasta básica familiar estipulada en 250 mil pesos; y la indexación automática al salario docente.
Desde el sindicato, denuncian que, ante la medida de fuerza de los trabajadores y trabajadoras de la educación, el ejecutivo local decidió reemplazar a los docentes que adhirieron al paro por trabajadores precarizados, que son contratados con salarios que se encuentran muy por debajo de lo que gana un maestro.
La decisión de Soledad Acuña
La orden fue dada por la propia ministra Soledad Acuña e incluye a escuelas comunes y especiales del nivel primario. Algunos equipos de conducción fueron notificados el viernes pasado pero la gran mayoría durante el transcurso del fin de semana.
“Nosotros avisamos al equipo de conducción de nuestra escuela que íbamos a adherir al paro, y nos pusimos en contacto con las familias de la comunidad educativa para avisarles. Lo hacemos siempre que realizamos una medida de fuerza porque son familias que viven lejos de la escuela, que están en situación de vulnerabilidad, pero sobre todo por respeto, para que sepan que empezábamos el día martes”, cuenta a Tiempo Andrea Bohus, docente de educación especial de la Escuela Integral N° 6 y Secretaria de Cultura del sindicato.
Tras el aviso a las familias, la dirección de educación especial del ministerio de educación porteño, se entera de que los docentes iban a sumarse al paro y envía una notificación a las escuelas. “En nuestro caso llegó un correo de la dirección de escuelas especiales el viernes, ordenando que volvamos a comunicarnos con las familias y que les avisemos que el lunes sí comenzaban las clases porque se iban a encargar de enviar a maestros del área de jornada extendida”, agrega Bohus.
Los trabajadores que se encuentran en ese sector, son los más precarizados del ministerio. Son obligados a firmar “contratos basura” con salarios que se encuentran muy por debajo de un sueldo docente. Desde el año 2018, vienen denunciando amenazas y aprietes, no solo ante los intentos de sindicalización, sino ante cualquier tipo de expresión de disconformidad que manifiestan. En 2021 decidieron oponerse a realizar tareas en medio de la pandemia porque eran acciones que nada tenían que ver con el área educativa. Este sector se encuentra bajo el mando de Fabián Capponi, uno de los funcionarios más leales a la ministra Soledad Acuña.
“Cuando empiezo a hablar con otros colegas de diferentes escuelas, nos dimos cuenta que esto pasaba en todas los sectores: escuelas comunes y de educación especial. Todas las escuelas de CABA recibieron una notificación del área, del ministerio o de la supervisión, para conocer los datos precisos de los docentes que se iban a adherir al paro de este lunes, para ser reemplazados por trabajadores de jornada extendida”, suma la maestra de la escuela integral 6, que afirma que esta situación vulnera el estatuto docente, al mismo tiempo que embiste contra la formación de las y los niños:
“El ministerio de Educación porteño envía a personas de jornada extendida que no conocen a los alumnos, y que algunos de estos trabajadores y trabajadoras son docentes pero otros no lo son. Si bien es una forma de presionar a la docencia para que no tome medidas de fuerza, lo grave es que quienes se encuentran dentro de jornada extendida tienen contratos súper precarizado y es muy probable que si se negaban a ir los despidan”.
Desde el sindicato, aseguran que, en muchas escuelas porteñas fijaron carteles alertando a las familias para que sepan, que este lunes, el gobierno porteño envió a trabajadores de jornada extendida para reemplazar a docentes que están de paro, y que muchos de los enviados no tienen formación para atender las necesidades de las infancias que asisten a educación especial.
“Lo que hace Soledad Acuña es una versión de los voluntarios de Vidal cuando era gobernadora en la provincia de Buenos Aires, cuando intentó reemplazar a los docentes que ejercen su derecho constitucional a huelga”, explica a Tiempo Amanda Martín, secretaria adjunta de la asociación docente Ademys.
La referente sindical asegura que esto es un hecho gravísimo, dado que la Ciudad de Buenos Aires ya desconoce el derecho a medidas de fuerza cuando descuenta el día, el presentismo, “y ahora quiere reemplazarlos por trabajadores que no cumplen la misma función que un docente, con la intención de quebrar el paro. Y esta es una medida de fuerza legítima porque la mayoría de la docencia rechaza el 60% de aumento que Larreta y Acuña proponen para este 2023”.
La actualización salarial ofrecida por CABA, se divide en varias partes a lo largo del 2023: consta de 1% en enero, 14% en febrero, 2.7% en marzo por incremento del FONID e ítem Conectividad, 6% en abril, 10% en junio y 0.8% en julio por PND, cerrando para el mes de Julio 34,5%. El aumento se completa con un 10% en agosto, 10% en octubre y 10% en diciembre. De esta manera, el salario inicial para el cargo de maestra o maestro de grado de jornada simple en febrero sería de $ 131.796; la hora cátedra, de $ 6590; la Jornada Completa o 40 horas cátedra, $ 263.592; y el cargo de Preceptor, $ 114.936.
Persecución y despidos en “jornada extendida”
El sector es el más precarizado dentro del Programa Socioeducativo, y es utilizado por la cartera educativa para distintas actividades. En noviembre del año pasado, Soledad Acuña lanzó su precandidatura a jefa de gobierno porteño y convocó la presencia obligatoria de estos trabajadores al acto de campaña. Pero no fue la primera vez. Desde hace años este sector de trabajadores y docentes precarizados, vienen reclamando por sus derechos laborales. Durante el 2020, los programas socioeducativos fueron claves para la contención de varias familias de distintos lugares de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde este sector, acompañaron las trayectorias escolares en pandemia, llevando actividades para hacer durante el aislamiento y escuchando a los niños y niñas con quienes trabajan. Pese a esto, Fabián Capponi, y Christián Foltrán, desoyeron los reclamos del sector que solicitaban mejores condiciones laborales y quienes se manifestaron fueron despedidos.
Varios de los integrantes del plantel de trabajadores y trabajadoras de los programas socio-educativos fueron reemplazados por militantes del PRO y personas de confianza de Fabián Capponi. En noviembre del 2020, la ministra Acuña designó a dedo 25 cargos docentes interinos para estos programas que dependen de la Dirección de Escuela Abierta que dirige Christian Foltrán, y uno de los acomodados fue el hermano de la ex gobernadora María Eugenia Vidal.
El área se encuentra incorporada en el sistema educativo formal hace ya más de 10 años en la Ciudad de Buenos Aires, en el marco de la Ley 3623/2010, que incluye en el estatuto del docente cargos para diferentes programas como actividades científicas, ajedrez, alfabetización, centros de actividades infantiles y juveniles, centros educativos y teatro escolar. Además contiene un programa de retención de alumnas embarazadas, primera infancia, vacaciones en la escuela, práctica de medios en la escuela y varias actividades más.