Mientras se habla 24 horas del coronavirus surgido en China, por estas tierras el gran problema, con riesgo de epidemia, es el dengue. Esta semana ocurrió el primer fallecimiento desde 2016, y se espera un pico para los próximos días. En la Ciudad de Buenos Aires los especialistas advirtieron por una falta de prevención, y alertaron que ya hay el doble de mosquitos que hace 25 años.
Un hombre de 73 años, oriundo de Avellaneda, se convirtió en el primer muerto por dengue en cuatro años, tras una consulta espontánea al Hospital Italiano. Según indicaron desde el Ministerio de Salud de la Nación, padecía un cuadro de inmunodeficiencia previo.
«El Estado seguirá haciendo controles de foco y mantendrá el sistema de alertas», apuntó Ginés González García, y explicó que tanto ese hombre como una mujer fallecida por sarampión también esta semana, eran pacientes vulnerables: «En el caso del sarampión, hemos conseguido las vacunas y no hay problema de abastecimiento. Tenemos que seguir convenciendo a quienes aún no se dieron la dosis», acotó.
El principal signo de alerta por el dengue proviene de los países limítrofes: Paraguay padece la mayor epidemia de su historia, con 105 muertes en investigación y más de 4200 contagios. A partir de la situación, esta semana se reunieron todos los ministros de Salud del Mercosur.
Sin políticas de prevención en estos años, desde agosto de 2019 hasta el 3 de febrero de este año, se registraron 2811 casos con sospecha de dengue u otros arbovirus: 336 resultaron confirmados y probables. En CABA, una de las cuatro provincias con circulación viral autóctona (junto a Misiones, Jujuy y La Rioja), se confirmaron 70 casos de dengue, hasta el 18/2: «62 presentaron antecedente de viaje, en su mayoría a Paraguay. Los restantes ocho son personas que no viajaron a una zona con circulación viral fuera de la CABA”, señala el último Boletín Epidemiológico porteño.
“En la Ciudad va camino a convertirse en una epidemia”, advierte Nicolás Schweigmann, director del Grupo de Estudios de Mosquitos de la Facultad de Exactas y Naturales de la UBA. El Grupo relevó criaderos y larvas del Aedes Aegypti en CABA y GBA: «Descubrimos que hay casi el doble de mosquitos de lo que había en la década del ’90, y en lugares donde antes no se lo encontraba». Recién el 29 de enero se anunció que «comenzó la campaña de descacharreo en la Ciudad», aunque el jefe de Gabinete porteño Felipe Miguel sostuvo que recorrerán los barrios «hasta marzo».
«Es tarde para la prevención. Ya se está trasmitiendo –subraya Schweigmann–. No se requieren campañas cortoplacistas sino programas integrales socioambientales, donde la educación vaya a los niños y no sólo a los adultos que ya tienen los malos hábitos. Un programa de prevención hay que hacerlo en invierno, cuando los huevos no eclosionaron. Si en verano hacés el descacharrado, provocás que los mosquitos adultos vayan a la manzana de al lado. Se dispersa más y extendés la epidemia».