A un mes del atentado narco que sufrió la familia Roccuzzo en Rosario, el cual internacionalizó la violencia diaria que viven miles de vecinos, poco se avanzó en resolver la problemática de fondo: las bandas narco–policiales manejan el territorio, con la anuencia o displicencia de la política y la justicia. Tiempo dialogó con el diputado provincial Carlos del Frade (Soberanía Popular), que acaba de publicar su libro Narcotráfico y capitalismo dependiente donde aborda los orígenes de esta problemática, el rol de la policía, la política y la justicia, y brinda una serie de propuestas alternativas a la de seguridad, como ir a fondo con el lavado de dinero y estudiar la legalización: «el 30% del sistema financiero está formado por el dinero del narcotráfico y el contrabando de armas».
–¿Por qué el narcotráfico se instaló en Santa Fe?
–Hay dos hechos históricos. El primer cargamento de 200 kilos de cocaína llegó el 24 de abril de 1978 a la Zona Franca de Bolivia, en el puerto de Rosario, por un acuerdo entre las dictaduras de Jorge Videla, de Argentina, y de Hugo Banzer, de Bolivia, estando Leopoldo Galtieri como comandante del del Ejército en Rosario. Hace 45 años que tenemos el desarrollo del negocio por el Río Paraná y por la Ruta 34. El otro hecho que hemos estudiado y denunciado es que Santa Fe privatizó el segundo banco estatal más importante de la Argentina que es su banco provincial. Entre 1998 y 2002 fue entregado a los hermanos Rohm, quienes murieron presos por lavado de dinero del narcotráfico en Estados Unidos. Esa fue la base logística del lavado de dinero narco, contrabando de armas y cualquier otro negocio ilegal que va desde el contrabando de cereal a la subfacturación y sobrefacturación.
«A partir de 2007 –continúa Del Frade– cuando por presión de Estados Unidos y Canadá, Argentina reemplaza a México en la distribución de efedrina que venía de la India para la producción de la metanfetamina, en forma local se empieza a «democratizar» el consumo de la marihuana y de la cocaína. Por eso hoy somos los terceros exportadores de cocaína; los segundos en drogas sintéticas y los séptimos en marihuana. En este mapa de un negocio que es paraestatal y multinacional lo que no hace un país lo hace otro. Y las bandas, que son siempre barriales y antes simplemente se dedicaban a la venta de violencia, empezaron a dedicarse al narcotráfico. Pasó con Los Monos, Luis Medina, Los Bassi, y Alvarado. En 2007 empieza el narcomenudeo y la fenomenal disputa de poder entre las bandas, y se recrudece a partir de 2013cuando matan al líder de Los Monos, El Pájaro Cantero».
–¿Por qué tanta violencia?
–Hay una altísima concentración de bandas narco–policiales en muy poco territorio. Son unas 60 bandas que se disputan el 13% del territorio. Siempre tienen la pata policial y terminan siendo muy feroces porque justamente se matan entre ellos.
–¿Cómo impactó el ataque al súper de los Roccuzzo?
–Estamos viviendo una gran exageración de lo que pasa en Rosario solo para responder a lo que fue la tremenda visualización de ese atentado, y como la tribuna ya se hizo internacional se volvió a aplicar la receta de los Estados Unidos que es poner al ejército en los barrios. Lo que hay que poner en los barrios es política.
“En determinados barrios tenemos gobiernos de facto narco-policiales que imponen las condiciones económicas, laborales y hasta inmobiliarias“
–¿Cuál es la responsabilidad de cada gobierno?
–El gobierno provincial nunca resolvió los nichos de corrupción de la policía y de los servicios penitenciarios porque el que maneja la calle, maneja los negocios de la calle. Ahí se generan zonas liberadas. Es una gran responsabilidad de la política de Santa Fe que gobernó durante estos 40 años. Las responsabilidades del gobierno nacional son dos muy fuertes: controlar los puertos y el tráfico de armas. Hoy en cualquier barrio de Rosario es más fácil encontrar un arma que un trabajo estable en blanco. Y desde lo local, el intendente Pablo Javkin disminuyó los presupuestos en los barrios y al retirar el Estado virtuoso, el que gana la calle es el Estado corrupto. En determinados barrios de Rosario tenemos gobiernos de facto donde las bandas narco-policiales imponen las relaciones económicas, laborales, las fiestas donde terminan captando chicos y chicas, e incluso el ritmo de alquileres como si fueran inmobiliarias, a través de las usurpaciones.
–¿Y el rol de la Justicia?
–Lamentablemente, la justicia federal hasta 2015 ha sido cómplice. Las principales bandas del narcomenudeo, como Los Monos o Alvarado, han sido juzgadas por asesinatos por la justicia provincial.
–¿La legalización podría ser una salida?
–Hay que estudiar con mucha seriedad sacarla de la clandestinidad, que de por sí genera un gran negocio. Ver si el Estado puede regularlo. Por lo menos en la teoría es una buena herramienta para desarmar las bandas que hoy existen.
–¿Se puede controlar el flujo de dinero?
–En la región se manejan 111 millones de dólares anuales, que se terminan canalizando a través de los bancos. El 30% del sistema financiero está formado por el dinero del narcotráfico y el contrabando de armas, el cual va a negocios que aparecen y desaparecen y es blanqueado por empresas que financian los partidos políticos grandes y tradicionales que han gobernado la provincia. Por eso se deben transparentar los fondos de la política y que el Estado sea el único aportante a las campañas.
-¿En algún momento temiste por tu vida?
-Solamente me preocupé cuando mataron al hombre qué me había dicho que yo estaba en la lista de Alvarado. Eso fue el 6 de septiembre de 2021, cuando mataron a Carlos Argüelles, que era un testigo supuestamente protegido, pero le metieron dos tiros en la cabeza en su casa. Él me dijo que había una lista de 45 nombres. Él estaba, ponele, en el puesto 36; y en el 37 estaba yo. Cuándo lo mataron a él me preocupé más que nada por mis hijas, pero tomé la decisión desde hace mucho tiempo de que hay que tomar el ejemplo de la gente sencilla que todos los días en los barrios se levanta a trabajar y se banca todas estas cosas. Hay que seguir adelante como hace la gente sencilla y seguir teniendo suerte.
–¿Cómo se desarman las bandas?
–Desarmando los nichos de corrupción de la policía. Tiene que ser un acuerdo político de verdad entre todas las fuerzas de Santa Fe, no para la tribuna. No parece difícil, pero los grandes partidos políticos se tiran los muertos entre sí para ganar las elecciones de mañana.«
Pus
El diputado provincial Carlos del Frade espera presentar su nuevo libro “Narcotráfico y capitalismo dependiente” a mediados de abril en la ciudad de Rosario. La idea es que en el encuentro esté presente el ex ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín.
-¿Por qué cree que Saín fue echado?
-Él se enfrentó a los poderes políticos que les sirven todos estos nichos de corrupción de la policía y le fueron haciendo la vida imposible. Se tuvo que ir e incluso con causas. Pero más allá de eso, yo lo respeto muchísimo y creo en sus ideas y en lo que quiso llevar adelante.
-¿Por qué hubo tantos ministro de Seguridad en tan poco tiempo?
-Creo que los echaron los factores de poder que manejan la provincia. Yo digo que acá no hay grieta, hay pus, el que sale de una herida. Qué para mí es el Partido Único Santafecino, la alianza de sectores conservadores que tiene el peronismo, el radicalismo, el socialismo, el PRO, sectores empresariales y de la justicia qué terminan generando complicidades para que la provincia tenga esta fenomenal contradicción: una gran riqueza por un lado y una gran pobreza por el otro.
María
2 April 2023 - 10:58
Gracias Carlos por iluminar está problemática?