Un jurado popular comenzará a deliberar para decidir si cuatro policías bonaerenses son culpables o no de haber causado la «Masacre de San Miguel del Monte», en la que cuatro chicos murieron tras una persecución policial a los tiros y posterior choque en mayo del 2019, informaron fuentes judiciales.
La deliberación de los doce jurados titulares tendrá lugar a partir de las 10 de este miércoles en los tribunales platenses, ubicados sobre la calle 8 entre 56 y 57, luego de que la jueza a cargo del debate, Carolina Crispiani, les dé una serie de instrucciones para llegar al veredicto final.
Los oficiales Leonardo Daniel Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Alejandro Ibáñez, y el excapitán de la Policía de la provincia de Buenos Aires, Rubén Alberto García están siendo sometidos a un juicio por jurados desde el pasado 8 de mayo.
En dicho debate, se los acusó por el delito de «homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de armas de fuego, y violación de los deberes de funcionario público» de Danilo Sansone (13), Camila López (13), Gonzalo Domínguez (14) y Aníbal Suárez (22), y la tentativa de Rocío Quagliariello (17), en ese entonces de 13 años.
Según explicaron los voceros a Télam, nueve de los doce jurados deben considerar culpables a los imputados para llegar a un veredicto condenatorio.
En cambio, en caso de que haya ocho o menos votos a favor de la culpabilidad, los policías serán considerados «no culpables».
En cuanto a los requisitos para que los acusados reciban la pena máxima, las fuentes explicaron a esta agencia que solo podrá suceder si el veredicto del jurado es unánime.
Desprecio a la vida de las víctimas
El martes tuvieron lugar los alegatos de clausura de las partes, en los cuales el fiscal del juicio Mariano Sibuet pidió al jurado popular que considere «culpables» a Ecilapé, Monreal, Ibañez y García, al señalar que “mostraron desprecio a las vidas de las víctimas” y que “cada uno de ellos hizo un aporte esencial” para provocar el desenlace fatal.
En la misma línea, los abogados querellantes que representan a las familias de las víctimas coincidieron en que lo sucedido la noche del 20 mayo del 2019 fue un “homicidio brutal” y una «matanza injustificada».
En sentido contrario, los letrados patrocinantes de los uniformados sostuvieron la inocencia de sus defendidos ya que endilgaron la responsabilidad de los hechos a Aníbal, conductor del vehículo en el que viajaban las víctimas, a la vez que consideraron que los agentes actuaron “en cumplimiento de su deber” al intentar identificar a los fallecidos antes de la persecución.
Tras los alegatos, los policías tuvieron la oportunidad de decir sus palabras finales, en las que se disculparon con los familiares de Danilo, Camila, Aníbal y Gonzalo, les dieron su «más sentido pésame», aunque sostuvieron que no son asesinos.
Durante la mañana del martes, habían solicitado ampliar sus declaraciones indagatorias los policías García y Ecilapé, donde el primero de ellos dijo que al enterarse de las edades de las víctimas tendría que haberse pegado «un tiro en la cabeza», ya que es «un enamorado de los derechos humanos» y no un asesino.
Persecusión sin motivos
La denominada «Masacre de Monte» ocurrió la madrugada del 20 de mayo de 2019, cuando efectivos de la comisaría local persiguieron a lo largo de la colectora de la ruta 3 a un Fiat 147 en el que viajaban cuatro adolescentes, tres de 13 años y uno de 14, junto a un joven de 22.
Los cinco chicos escuchaban música cuando los oficiales comenzaron a perseguirlos sin motivos y, de acuerdo con los registros de las cámaras de seguridad del municipio, a dispararles, ya que se observó a un efectivo en el lugar del acompañante de la patrulla, con medio cuerpo afuera y en actitud de disparo, mientras que uno de los adolescentes resultó herido de bala en una de sus piernas.
A raíz de ello, el auto en el que iban los jóvenes chocó contra el acoplado de un camión que estaba detenido en la ruta y cuatro de los cinco ocupantes murieron en el acto.