Con el apoyo incondicional de su familia, Matías Pancorvo, de 26 años, creó una aplicación que cambió de manera sustancial la manera en que se comunican cientos de personas con discapacidad. El joven se inspiró en su hermano menor, Felipe, de 23, quien padece esclerosis tuberosa, un trastorno genético que hace que se formen constantemente tumores no cancerosos (benignos) en muchas partes del cuerpo.
La aplicación se llama ISay y está disponible tanto en su versión para tablets, como móviles y hasta se puede acceder desde la web. “Ya cuenta con 2000 descargas, pero nuestros usuarios se incrementan a 3500, ya que muchos de ellos son usuarios de nuestra interfaz web como familiares y profesionales de la salud”, explica a Tiempo Argentino el creador de la App.
El joven cuenta que la idea se le ocurrió “un día hablando con el psicólogo, tutor de mi hermano Gustavo Philipp Waiman, me empezó a contar sobre las problemáticas comunicacionales que una persona con discapacidad tenía en su día a día. Allí fue que nos dimos cuenta que esto necesitaba una vuelta de rosca y de la mano de la tecnología empezamos a diseñar una aplicación mobile”.
En ese entonces, Matías trabajaba como cadete en la empresa familiar, Servicios Computables SA, y no dudó en proponerle la idea al Directorio. De inmediato, la empresa se puso a disposición del proyecto y aportó los fondos para llevarlo adelante. “No contamos con ningún apoyo estatal para ninguna instancia”, aclara.
“El desarrollo comenzó hace unos años cuando creamos la versión inicial sólo para tablets, para así probarla en un mercado reducido y tener más de cerca las opiniones y recomendaciones de los usuarios, que es lo más importante: poder escuchar lo que el usuario está necesitando”, precisa el joven.
La aplicación funciona con una base de pictogramas que son 100% personalizables, tanto por imagen como por audio, una vez que el usuario los selecciona se reproduce el sonido del mismo en el dispositivo. “Creamos distintas herramientas como una agenda para una mayor organización, una sección de juegos y ejercicios para trabajar partes motoras y cognitivas del usuario, y un creador de oraciones para que cada usuario pueda crear su propio vocabulario”, indica Matías.
El joven emprendedor completa que “la aplicación mobile a su vez está conectada a nuestra interfaz web, donde los profesionales de la salud y los familiares de los usuarios también cuentan con distintas herramientas, tales como un historial clínico, una agenda y mensajería”. Este trabajo interdisciplinario resulta clave para la evolución del paciente.
Matías reconoce que antes de la creación de la aplicación tenía muchos roces con su hermano. La comunicación entre ellos no era la mejor. “Teníamos una relación con mucha fricción, muchas peleas y discusiones, esto realmente nos acercó muchísimo. También él empezó a aceptar su discapacidad y hablar más sobre ella. Hoy, en nuestras charlas, agarra el micrófono y cuenta su experiencia abiertamente. Influyó tanto que hasta lo llamaron de un bar (El Purgatorio) para que sea DJ de vez en cuando”, resume el joven, al tiempo que detalla que Felipe antes era más reservado y hoy suele charlar con otras personas, incluso con quienes tienen otras discapacidades y se ayudan entre sí.